La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció el martes un nuevo paro de actividades de 24 para el viernes 4 de junio en todo el interior del país. Sin embargo, este jueves la medida fue dejada en suspenso.

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La medida de fuerza de los choferes se había lanzado luego de que volviera a fracasar la última audiencia en el Ministerio de Trabajo para acordar una suba salarial.

El Consejo Directivo Nacional de la UTA había señalado mediante un escrito, que "tras una nueva audiencia sin resultados", no recibieron respuesta a los pedidos salariales.

La semana pasada ya hubo una medida similar por 48 horas en el interior, ya que los trabajadores reclaman obtener un aumento salarial similar al de sus pares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y los empresarios piden más subsidios para el sector para poder otorgarlo.

Desde la Federación de Transporte Automotor para Pasajeros (Fatap) advirtieron que peligran las empresas del sector y 30.000 puestos de trabajo, ante un "reparto inequitativo de subsidios con respecto al AMBA".

"Resulta materialmente imposible pactar ningún tipo de ajuste salarial más allá de la legitimidad del reclamo, dado que el transporte del interior del país no está en condiciones siquiera de garantizar el cumplimiento de las escalas salariales vigentes, y menos aún de afrontar los costos de operación del sistema", remarcó la Fatap a través de un comunicado.