La escuela Fernando Fader tiene sólo tres alumnos.

Todos llegan desde las viviendas que conforman el paraje Lagunas Verdes, ubicado a pocos kilómetros de Villa Cura Brochero, en el valle de Traslasierra.

Sus ilusiones de niñez no sólo están limitadas por la distancia con centros urbanos en que los servicios básicos están garantizados. La escasez de recursos los obliga a practicar estrategias para realizar acciones tan cotidianos (para millones) como alimentarse, vestirse o jugar.

Sus actividades son coordinadas por Luis, el único docente asignado a la institución. Además de enseñar se encarga de trasladar, cuidar y muchas veces alimentar a los pequeños.

Este fin de semana todos tuvieron una actividad extra: recibir la donación que por tres semanas organizaron Mario y Angie, un matrimonio que vive en la capital provincial.

Útiles escolares, alimentos, ropas, calzados, dieron contenido a decenas de bolsas que llegaron en cuatro vehículos.

Las despedidas llegaron con la promesa de un reencuentro. Será en la previa de las fiestas de fin de año.

Son sólo tres alumnos pero recibieron la solidaridad de cientos de cordobeses