El papa Francisco sigue con la "evolución clínica esperada" tras la operación de colon a la que fue sometido el domingo último, informó hoy el Vaticano.

"La jornada del Papa Francisco ha sido tranquila, con la evolución clínica esperada", planteó en un comunicado el vocero papal, Matteo Bruni.

"Los análisis de sangre son satisfactorios y sigue el tratamiento indicado", indicó el director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, al referirse al estado del Papa argentino, de 84 años, quien cumplió anoche su sexta noche internado en el Policlínico Gemelli de Roma.

Mientras se prepara para recitar mañana el tradicional Ángelus desde el centro sanitario de la capital italiana, el pontífice "poco a poco está reanudando el trabajo y sigue paseando por el pasillo del apartamento" en el que se recupera, planteó Bruni.

Desde el domingo, cuando fue operado durante tres horas a raíz de "una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante", el pontífice se recupera en el piso 10 del Gemelli, desde donde sigue con atención la vida de la Iglesia y los eventos cotidianos.

Desde el miércoles, Francisco se alimenta de forma regular y sin la necesidad de una sonda, siempre en el centro sanitario en el que permanece internado desde el domingo y, al menos, hasta el próximo lunes.

La operación, que fue hecha con anestesia general, incluyó una "hemicolectomía izquierda", que implicó la extracción de la parte izquierda del colon para tratar la "estenosis diverticular" con la que fue ingresado.

Si bien en principio la idea del Papa y del equipo médico comandado por el cirujano Sergio Alfieri era realizar una laparoscopía, la complicación para llegar al colon por ese método obligó a que Bergoglio fuera operado "a cielo abierto", afirmaron fuentes vaticanas a Télam, lo que demora su recuperación.

Tras la operación, el Papa fue sometido a diversos estudios en los que se descartó cualquier presencia de masa tumoral.

Mañana será la primera vez que Francisco recite el Ángelus desde el Gemelli, desde donde Juan Pablo II celebró la tradicional oración 22 veces.
 

Fuente: Télam