Con la celebración del Día del Trabajador como horizonte, este viernes marcharán de manera conjunta, por las calles de Córdoba, la Confederación General de Trabajo (CGT) Regional Córdoba y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).

El hecho no sólo marcará la confluencia de dos sectores que hasta aquí se han mirado con cierto recaudo. Según interpreta el dirigente social Juan Grabois, la unidad entre ambos sectores se presenta como inexorable, tanto por las consecuencias de la crisis social que vive el país como por un cambio en los paradigmas laborales.

"Se va a profundizar la unidad de las organizaciones de la clase trabajadora en Argentina. Si uno ve, por ejemplo, el plan que presentó el ministro de Producción, dice que para los próximos 10 años se van a crear 2 millones de puestos de trabajo en el sector privado. Serían 200 mil empleos con aportes por año. Eso apenas absorbe el crecimiento vegetativo de la población. Es decir, la gente que entra al mercado laboral", afirmó en diálogo con el programa Otra Vuelta de Tuerca, que emite Radio Universidad.

"Tenemos 6 millones de empleos privados. En el último gobierno de Perón, en los 70, antes de su muerte, teníamos 7 millones. O sea tenemos un millón de empleos privados menos con el doble de la población. ¿Qué van a hacer los excluidos? En este sistema capitalista no hay lugar para todos, así como está planteado. Es un sistema de descarte y exclusión. No nos creemos más ese cuento de que con el crecimiento económico habrá lugar para todos", profundizó.

"Tenemos que crear un mecanismo alternativo, que es la economía popular, que tiene que garantizar los mínimos derechos humanos y laborales. Esto es un ingreso acorde a la canasta familiar, tierra suficiente para vivir, tierra para producir, un ambiente sano, acceso a salud y educación... Eso es lo que nos unifica con el movimiento obrero, porque hoy increíblemente, trabajar en una fábrica del sector privado, con recibo de sueldo, aguinaldo y vacaciones, no garantiza tener ingresos por encima de la línea de pobreza. Hoy tenemos asalariados pobres, lo cual es bochornoso. Por lo tanto la unidad de la clase trabajadora es esencial para garantizar las condiciones materiales básicas", añadió.

Por otra parte, el abogado y referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) consideró que en el mundo de la militancia parece más importante la declamación que la acción.

"Vivimos en una sociedad del parecer. En el mundo de la militancia hay mucho de eso. Es más importante lo que se dice que lo que se hace. Es más importante dar una determinada imagen que la realidad. Es más importante conformar al nicho, estar cómodo, que resolver problemas. Nos parece grave una palabra mal dicha, no el hecho que en Salta, desde principio de año hayan muerto 70 niños de la comunidad wichi por malnutrición. No nos escandalizan tanto las injusticias materiales que sufre nuestro pueblo, como los temas vinculados al parecer", explicó.

En ese marco también analizó la emergencia de personajes que captan atención desde discursos violentos y antisistema.

"El progresismo, el campo nacional y popular, se ha vuelto muy conservador. O habla en un lenguaje muy de elite, no interpela. Javier Milei interpela con su violencia. La gente la está pasando muy mal. Un tipo que se pone a gritar empalma con la calentura que tiene la gente. En los barrios los pibes no tienen ganas de discutir quién será consejero de la Magistratura. Hay una disociación de los planteos que hace la militancia en el campo nacional y popular con el clima de época que vivimos. Por ahí no nos animamos a decir las cosas como son", razonó.

Escuchá la entrevista completa.

Otra Vuelta de Tuerca - Juan Grabois