Muchas veces puesta en duda, la seguridad de los alimentos que se consumen a diario, es tema de numerosos debates y estudios, como el realizado por investigadores de la UNC y el Conicet, que encontró residuos de 42 fármacos en pescados que se consumen en Córdoba, muchos de los cuales están prohibidos.

La investigación llevada adelante por el Departamento de Bioquímica Clínica de la Facultad de Ciencias Químicas (UNC) y el Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici – UNC/Conicet), determinó la presencia de cócteles de antibióticos usados para tratar enfermedades infecciosas en animales y en humanos.

El trabajo analizó dos especies nativas (sábalo y pacú) y otras dos introducidas (trucha, de un criadero local y salmón, proveniente de Chile), compradas en supermercados y pescaderías de la ciudad de Córdoba, en 2017 y 2018.

En un alto porcentaje, se hallaron valores que exceden el límite máximo residual de al menos un antibiótico. Así se concluyó, que sucede en el  82% de las muestras de pacú, en el 57% de las de sábalo y de trucha, y en el 50% de las de salmón.

Mientras tanto, también se determinó que en el 100% de los casos hay presencia antibióticos (ATBs) de las familias de macrólidos, tetraciclinas y fluoroquinolonas. La información académica, señala que "si bien los niveles registrados están dentro de los límites de las dosis diarias que una persona puede ingerir, de acuerdo a la normativa de referencia, se carece de información suficiente sobre su efecto a largo plazo".

La preocupación que ello genera, se debe a dos razones fundamentales. En primer lugar, porque "la administración frecuente e inapropiada (de antibióticos)  puede afectar su efectividad en las personas, debido a que las bacterias pueden desarrollar resistencia hacia ellos. Y en segundo término, porque hay falta de información sobre "el impacto crónico y el riesgo que implica la mezcla de estas sustancias, tanto en el medio acuático como en la salud humana".

Valeria Amé, directora de la investigación, profesora y directora de la Especialización en Química Ambiental., afirma que "estas cuestiones están desafiando nuestro conocimiento actual sobre la toxicidad de alimentos de producción intensiva para la salud humana. Para saberlo es necesario ampliar los estudios”.

La cuestión se torna preocupante, ya que este y otros trabajos anteriores sugieren que el manejo irresponsable de antibióticos por parte de quienes se dedican a la piscicultura, así como entradas incontroladas de antibióticos en el medio acuático, pueden ocasionar efectos no deseados graves.

Fuente: UNCiencia – Agencia universitaria de comunicación de la ciencia, el arte y la tecnología