En medio de las negociaciones del Gobierno argentino para participar de la producción de diferentes vacunas contra el coronavirus con los Estados de China, Israel y Cuba, además del convenio ya firmado con Rusia, los expertos destacan los beneficios de este tipo de acciones.

Este lunes la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini se reunieron con autoridades y empresarios de China e Israel con la intención de avanzar en la participación argentina en la fase de investigación y en la cadena de producción de la vacuna contra la Covid-19.

“Son convenios con determinados productores de vacunas para poder desarrollar las vacunas en el país y tenerlo. Lo bueno es que esto genera que quede una capacidad instalada que va más allá de la vacuna de Covid-19 y el país ya queda en mejores condiciones ante cualquier eventualidad en el futuro”, destacó el médico infectólogo Hugo Pizzi en diálogo con el programa Pensavalle Informa de Radio Universidad.

El especialista consideró que esto “va a servir para que exista en el país una tecnología con capacidad y atención para actuar rápidamente ante nuevos eventos sanitarios o pandemias”.

En ese sentido, explicó que el coronavirus parece ser muy resistente, por lo que es probable que se transforme en endémico y que en un futuro se tengan que ir agregando las nuevas cepas en las vacunas de cada año.

“Estamos hablando de procesos complejos porque primero está el deseo de participar, luego la firma del convenio, después hay que seleccionar la fábrica nacional para que lo haga, luego la transferencia de tecnología y finalmente el control y autorización final del fabricante original para luego poder producir”, destacó Pizzi.

“Siempre será bueno para nosotros y nuestro futuro tener experiencia y tecnología acumulada para no tener tanta dependencia de otros países, esto nos va a servir para hacer frente a nuevos desafíos que se puedan presentar”, finalizó el médico especialista.-