El "riesgo de interfase" generado por los focos de incendio que permanecen activos en las sierras de Córdoba demandó un arduo trabajo, con la idea de evitar que las llamas se acerquen a las viviendas.

Las condiciones para hoy hablan de un índice de riesgo "extremo", debido a los fuertes vientos que llegan desde el norte, la temperatura en incremento y la baja humedad.

La actividad de la madrugada insumió las tareas de dos centenares de bomberos, algunos de los cuales, en medio de la lucha terminaron con esguinces de tobillo, todos de levedad.

El director de Defensa Civil, Diego Concha, remarcó también que hubo "cinco heridos, entre ellos algunos con quemaduras de primer y segundo grado, en manos y antebrazos". Todos recibieron el alta médica.

Los focos que persisten están en Unquillo, en la zona de Los Chañaritos, La Quebrada y Capilla Bustos, además de otro relevante entre Villa Carlos Paz y San Antonio de Arredondo.

"Estamos en el último barrio de Carlos Paz, el Sol y río. Pudimos trabajar en algunas quebradas pero es una zona de mucho monte, de difícil acceso. El fuego ha coronado una parte del cerro en dos sectores", remarcó este martes a radio Universidad.

La provincia dispone de la utilización de siete aviones hidrantes "desde las primeras luces del día".

Bomberos trabajan en Villa Carlos Paz y Unquillo

Heridos

Concha detalló que las llamas complicaron las tareas, y quienes lo sufrieron en carne propia fueron los propios bomberos.

Más allá de algunos que sufrieron el impacto del fuego en sus cuerpos, "otros sufrieron por la inhalación de monóxido de carbono". El funcionario llevó tranquilidad al afirmar que "todos fueron atendidos en el hospital Sayago, de Carlos Paz, y todos fueron dados de alta".

En el amanecer del martes no habían quedado evacuados.

Y concluyó: "Se trabajó en zonas de muchas viviendas y hubo que arriesgar la integridad física para evitar que el fuego avance hacia allí".

Incendio desde San Antonio de Arredondo