A partir del primero de abril, dejarán de regir el congelamiento de los alquileres y la prohibición de los desalojos, medidas de emergencia por la pandemia tomadas por el Gobierno nacional hace un año, y prorrogada en dos oportunidades. 

Así lo confirmó, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, quien señaló que  “hay una realidad totalmente distinta, con nuevos mecanismos y herramientas”, al referirse a la nueva ley de alquileres sancionada por el Congreso el año pasado.

En ese sentido, el funcionario remarcó que "lo más fuerte de la ley de alquileres es la mediación de los desalojos y la inscripción en AFIP de los contratos”, y anticipó que “va a haber control” sobre su cumplimiento.

Los desalojos, dejarán de estar suspendidos desde el primero de abril, aunque durante el año pasando se siguieron tramitando en la justicia, ya que la prohibición era para hacer efectiva la sentencia una vez sustanciado todo el procedimiento.

En relación al precio de los alquileres, se deberá pagar lo que establezca el contrato para este semestre. Además, si en el último año el inquilino hubiera abonado una parte del alquiler, la diferencia la podrá abonar en hasta 12 cuotas sin interés. Distinto será para aquellos que no hubieran pagado nada, en cuyo caso las cuotas serán con intereses.

Finalmente, la AFIP estableció que los inquilinos que declaren sus contratos en el registro de alquileres del organismo (a través de su página web de manera gratuita) podrán acceder a deducir del pago de impuesto a las ganancias, los montos que abona mensualmente. Hasta ahora, el inquilino debía esperar que el propietario le emitiera una factura, cosa que muchas veces no sucedía.

Podrán beneficiarse trabajadores en relación de dependencia, pero también jubilados y autónomos, en los casos donde deban pagar Ganancias, y que no sean propietarios de ningún inmueble.

Inquilinos preocupados

Maximiliano Vittar, de la Asociación de Inquilinos Córdoba, expresó en Crónica Matinal, por Canal 10, sus inquietudes por esta decisión política.

"Va implicar que los primeros días de abril, aquellas familias muy endeudadas en Argentina, corran riesgo de quedarse sin un techo", lamentó.

"Es una situación muy compleja, ante una segunda ola que puede venir", dijo preocupado.