Como contar estas historias de la cuarentena, desde una casa con servicio de agua corriente, con una heladera con alimentos, con acceso a internet y a la telefonía móvil, y sobre todo con afectos que nos contienen y acompañan en estos tiempos de coronavirus.

Como es posible asomarnos por unos breves instantes a estas realidades, sin sentir que como sociedad hemos perdido el mas mínimo grado de sensibilidad y humanidad, y hoy nos espantamos ante un virus que nos acorrala, pero preferimos no conocer que pasa, que dolores, que necesidades hay mas allá de nuestro barrio.

Hoy la pandemia es la noticia, pero en los sectores vulnerables de córdoba y el país,  la tragedia empezó mucho antes, y  aunque a diario se cuenta la cifra de la pobreza en argentina, conocer sus rostros y sus historias, es una experiencia totalmente diferente

Por eso, y aún asumiendo esta derrota, lo que nos queda es no renunciar, porque hay personas  todos los días se cargan de amor político, de ilusiones y de alegría para intentar ayudar , educar y acompañar a quienes tienen poco, o que que han perdido casi todo.

Mónica Lungo y Luciana Nazar, son las maestras de la Escuela Alegría Ahora, que acompañamos en este viaje por el corazón de la pobreza.

En esta segunda entrega vamos a conocer a Isabel, vecina de Mafekin, en el oeste de la la ciudad de Córdoba.

Isabel es una de las estudiantes de la escuela, que se acercó hasta allí, luego de que su hijo fuera linchado hace 4 años en quebrada de las rosas, y  para poder exigir justicia,  necesitaba aprender a leer y a escribir.

Aquí les dejamos el informe, duro, pero necesario para este tiempo, donde quizás la tragedia mundial nos de la oportunidad de pensar que la solidaridad, la compasión  y la educación puedan ser el camino para empezar a tener una sociedad un poco mas justa, donde podamos entender que nadie , como se dice y se escribe hoy, se salva solo.

Este es el número de Whatsapp de la Escuela Alegría Ahora. Si podemos hacer algo, es hora de comenzar: 351 6 571564