En muchas ocasiones se encuentra que los diques no se encuentran aislados, sino en pares o sistemas de varias presas cercanas sobre un mismo río. Lo podemos ver sobre el  Ctalamochita con Embalse Río III, Segunda Usina, Tercera Usina y Piedras Moras. O sobre el Xanaes o Segundo, con Los Molinos y La Quintana. En general hay una presa mayor, y una o varias más pequeñas, que se llaman diques compensadores. La pregunta es obvia: ¿Qué compensan esas presas menores? O dicho de otro modo, ¿para qué sirven los diques compensadores?.

Para responder a esa pregunta, hay que pensar que una de las funciones básicas de las presas es la de regular el caudal de los ríos. Es decir, minimizar los cambios estacionales de caudal. Intentar que independientemente de las sequías o crecientes en la cuenca superior, de la presa salga siempre una cantidad de agua aproximadamente constante.

Pues bien, eso se logra mejor, cuando en vez de una sola presa, hay dos o más consecutivas. Pues si la primera descarga agua en exceso, las sucesivas pueden retenerla por un tiempo. Y si de la primera no emerge casi agua, las siguientes pueden liberar este vital líquido de sus propios embalses con cuentagotas, para restablecer el caudal del río. Tan sencillo como eso. Y tan difícil de llevar a la práctica.

En Traslasierra

En este valle del oeste de la provincia, también hay un sistema de dique principal y su compensador. La presa La Viña, de la cual hablamos ya en un artículo titulado Al Pie de la Sierra Grande, tiene su propio compensador. Es el dique Boca del Río, ubicado pocos kilómetros aguas abajo de La Viña, sobre el propio Río de los Sauces, e inaugurado en 1959. Se llega desde Las Tapias o desde Villa dolores, por una estrecha cinta de asfalto. Boca del Río no es tan turístico, quizás por hallarse en el comienzo de la llanura, pero es muy frecuentado por habitantes de la zona. Y para ser más precisos, en Boca del Río hay dos diques. El compensador, de 300 metros de largo y 12 de altura, y unos 200 metros más abajo un pequeño derivador, construido en piedra. Entre ambos, hay un gran criadero de truchas, alimentado por las aguas de Boca del Río. Los derivadores tienen el propósito exclusivo de mantener constante la alimentación de agua a sistemas de canales que nacen de ellos. En este caso, se trata de un complejo sistema de canales, para provisión de agua potable y riego para el cinturón agrícola de Villa Dolores. Hay una verdadera selva de canales que se bifurcan, se reúnen, se cruzan, y alimentan las huertas. 

Cabe decir que el Río de los Sauces, que generalmente es un curso manso con grandes arenales que nace en Mina Clavero, se transforma en un torrente violento que asusta por su poder durante las crecientes. Pero que emerge en forma controlada del dique compensador Boca del Río. Y que, finalmente, luego de bordear Villa Dolores, desaparece en la llanura al oeste de esa ciudad.


“Si querés conocer más sobre la Boca del Río, visitá el sitio de Turismo Científico de la UNC: https://turismociencia.unc.edu.ar