El próximo 31 de mayo se conmemorará el Día Mundial sin Tabaco. Como cada año, la fecha sirve para visibilizar, a través de distintas vías, la dimensión de un flagelo que cada año se cobra más de 8 millones de vidas.

Este año la conmemoración se dará en un contexto inédito. El mundo sufre los efectos del virus Covid-19 que, según datos oficiales al 28 de mayo, ha ocasionado casi 358 mil muertes.

Muchos países han adoptado medidas para controlar la expansión del virus. Entre ellas, el aislamiento social obligatorio, más conocido como cuarentena, que en Argentina rige desde el pasado 20 de marzo.

Entre las consecuencias del confinamiento una destaca por su potencial positividad. Según un estudio realizado por la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT), sobre los hábitos de consumo durante el aislamiento social obligatorio, con más de 1700 casos, un 71 por ciento de fumadores ha ratificado su voluntad de abandonar el hábito.

Varias razones asisten al deseo: desabastecimiento de cigarrillos, aumento de precios de dicho producto y renovada preocupación por la salud propia y de familiares. Esta inquietud se vio reforzada luego que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ratificara que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves en caso de padecer coronavirus.

Sin embargo, como es característico en las adicciones, la mayoría de los que se proponen "dejar el pucho" fracasan en el intento. Un 59% de los encuestados consideró "imposible" la misión.

“Lo que es recomendable para que el proceso sea exitoso es combinar estrategias conjuntas de consejería profesional de salud y una terapia de reemplazo de nicotina. Las cifras vinculadas a mortalidad debido al tabaco aún siguen siendo alarmantes. En Argentina cada año mueren 44.000 fumadores”, advierte Raúl Guillermo Espinosa, Presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT).

“Hay mucha gente que quiere dejar, pero que cree que no puede ya que intentaron abandonar el hábito solos y fracasaron. Es importante que sepan que los tratamientos efectivos combinan tratamientos farmacológicos y terapias cognitivo conductuales y hoy se puede acceder a ellas a través de la telemedicina”, explica Julieta Cassone, psiquiatra y Vicepresidenta de la AsAT.

Desde la entidad remarcan el valor de una metodología como la telemedicina, es decir el uso de las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) para proporcionar servicios médicos a distancia.

"El término telecesación o teleintervención tabáquica, se refiere a la aplicación de la telemedicina a los tratamientos de cesación tabáquica, pero con la particularidad que se puede utilizar más de un tipo de tecnología en la misma estrategia, para lograr mayor eficacia y efectividad de la intervención, así como mejorar el control y seguimiento de los pacientes", explican desde AsAT.

Los especialistas destacan los múltiples beneficios de utilizar este tipo de intervenciones: una mayor accesibilidad a los tratamientos de cesación para personas que viven en zonas alejadas, la posibilidad de llegar a más personas, así como el evitar algunos costos como el de traslado, además de ahorrar tiempo útil a los pacientes y profesionales, entre otros.

“Los resultados de la encuesta demuestran que los fumadores están preocupados y esa preocupación tenemos que convertirla en motivación para dejar de fumar. El 80% de los fumadores intentó dejar de fumar alguna vez y de ellos el 90% lo hicieron solos. La gente que realmente tiene ganas y percibe la necesidad, a veces se tropieza con el convencimiento de que no va a poder solo y de que no podrá llegar a otros métodos más eficaces. Por eso debemos brindar a los pacientes el fácil acceso a este tipo de tratamientos”, asegura Espinosa.

Cassone señala que hay muchas creencias que desde el punto de vista de la salud están distorsionadas, como la alternativa del cigarrillo electrónico como tratamiento para abandonar el hábito, desconociendo los riesgos que conlleva su consumo. Los fumadores desconocen que los tratamientos más efectivos son los avalados por los profesionales y ellos son la terapia cognitivo-conductual y los tratamientos farmacológicos.

“De alguna manera esta crisis representa un buen momento para reflexionar y animarse a iniciar un tratamiento de forma online. Un 80% de los fumadores coinciden en que la decisión es fundamental para un tratamiento exitoso. El segundo paso es que hagan una consulta con un especialista. Las posibilidades que ofrece la tecnología son infinitas y seguramente en los próximos años dispondremos de muchas más herramientas innovadoras que se podrán aplicar en el tratamiento del tabaquismo”, concluyen los especialistas.

Fuente: Agencia Feedback