Nápoles, el club que lo contrató en los 80. La ciudad que lo hizo propio. La adoración de los napolitanos para con Diego y viceversa no tiene comparación con la historia de ningún otro jugador en el mundo. 

Video: Homenaje en Napoli a Maradona

Diego Armando Maradona, el que comulgaba con las causas perdidas, con las demandas de los que menos tienen, el que se indignaba ante la injusticia, se erigió en el hijo adoptivo de una ciudad que lo tomó como propio, una ciudad que se erigió orgullosa ante el mundo gracias a la magia del mejor jugador de todos los tiempos.

Presentación de Diego Maradona ante el Nápoli. Foto Archivo Clarín
Presentación de Diego Maradona ante el Nápoli. Foto Archivo Clarín

El sur contra el norte, ese sur, coronado bajo la tutela del Diego. Ese sur hoy está de luto, y no logra consuelo. 

Tras la muerte del 10, el alcalde de la ciudad Luigi de Magistris, anunció que el estadio San Paolo pasará a llamarse Diego Armando Maradona. Parece un homenaje tardío pero Nápoles lo homenajeó todo el tiempo en vida. Con murales gigantes en sus edificios ya derruidos. Con aplausos y llantos interminables ante la presencia del ídolo. 

Nápoles, tan parecida a La Boca en muchos aspectos. Desordenada, sucia, estruendosa, y sobre todo caótica. Esa Nápoles hoy a perdido a su hijo adoptivo. Porque Diego fue mucho más que un jugador de fútbol para ellos. El Diez fue el símbolo de la lucha del Sur humilde de Italia contra el Norte, poderoso y soberbio.

El club en el que Diego marcó historia de 1984 a 1991, conquistando dos títulos en la Liga Italiana y una Copa UEFA, publicó este breve mensaje en Twitter: Per Sempre Ciao Diego

El mundo entero llora la muerte del Diez, pero es Nápoles quien no tiene consuelo.

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