A pocos kilómetros de la histórica localidad de Achiras, en el sur oeste cordobés, se levanta el único parque eólico de Córdoba.

Fue inaugurado en 2018 con 15 aerogeneradores, pero en la actualidad está ampliando esa cantidad a más del doble. La escala de esos “molinos de viento” es difícil de apreciar a la distancia. Cuando se está al pie, su envergadura impresiona, y el zumbido de sus aspas al cortar el aire domina la escena.

Cada torre tiene aproximadamente 100 metros de altura. Las aspas del rotor, esa monstruosa hélice, tienen unos 60 metros de longitud cada una. Los aerogeneradores propiamente dichos, que convierten el movimiento del aire en energía eléctrica, tienen el tamaño de un colectivo mediano. La potencia que genera actualmente Achiras es de 48 MW. A modo de comparación, es el doble de la potencia que puede entregar la central hidráulica San Roque, con sus cuatro turbinas funcionando a pleno.

La energía eólica está considerada como “limpia”, o no contaminante, y es, claramente, renovable. La fuente última de energía que producen los vientos son la radiación solar, que calienta diferentes partes de la Tierra de forma desigual, y la propia rotación del planeta.

Para generar este tipo de energía en forma sustentable se requiere un régimen de vientos que sea casi permanente, de una intensidad moderada o alta y de dirección predominante también constante. Si los vientos son muy débiles, no generarán suficiente energía y no se justificará la inversión. Los vientos muy variables o con fuertes ráfagas someten las instalaciones a un estrés innecesario y reducen la eficiencia.

La energía eólica es limpia, pero no todas son rosas. El viento no puede almacenarse, como el agua de los embalses. El impacto visual de los aerogeneradores sobre el paisaje es importante, y se informa que muchas veces dificultan o entorpecen la circulación de las aves. En todo caso, en una Argentina que aún genera un 60% de su electricidad a partir del gas y un 30% en base a usinas hidráulicas, está claro que la energía eólica es una alternativa que necesariamente ganará protagonismo.

Para conocer más, visitá el sitio Turismo Ciencia, que cuenta con el apoyo de un PROTRI del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba