La Cámara de Diputados buscará este martes tratar la denominada "ley de góndolas", que busca ponerle un freno a los aumentos de los precios que sobrevienen con las remarcaciones en medio de un proceso inflacionario cada vez más agudo y del que somos víctimas todos los argentinos.

Si bien la iniciativa está impulsada por legisladores de la oposición, también es bien vista por Elisa Carrió, una de las referentes políticas más representativas del Gobierno de Cambiemos en el Parlamento y autora de uno de los proyectos presentados en la cámara baja.

En el recinto son varios los proyectos a tratar, pero siempre sobre el eje central de garantizar la competencia y la existencia de opciones de marcas y precios en los supermercados, ante la continua imposición de los empresarios más poderosos respecto de sus propios productos.

Según el anuncio del renovado plan de Precios Cuidados, unos 60 productos básicos están alcanzados por el congelamiento momentáneo de precios. Sin embargo, en algunos supermercados ni siquiera se llega a cumplir con la mitad de esa cifra.

La "ley de góndolas" será tratada en la Comisión de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia, que preside la massista Marcela Passo, autora de uno de los proyectos.

La reunión está prevista para este martes a las 16, cuando también se discutirá el proyecto de Carrió, además de otro impulsado por organizaciones sociales como la CTEP, cuya cara más visible es el dirigente Juan Grabois. Esta última iniciativa tiene el apoyo del titular de Maxiconsumo, Víctor Fera.

La semana pasada, el jefe de los diputados de Cambiemos, Nicolás Massot, recibió a Grabois para dialogar sobre los proyectos. De la reunión participó también el colaborador de Carrió, Juan Manuel López.

Para el primer encuentro de comisión se espera la presencia de dueños de cadenas de supermercados y funcionarios de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, de la Secretaria de Comercio Interior y representantes de asociaciones de defensa del consumidor.

El proyecto de Passo busca combatir "las distorsiones de precios minoristas originadas en la falta de competencia". Según la iniciativa, ninguna marca individual o marcas de una misma empresa o grupo económico podrá disponer de más del 40% de la góndola en el primer año de vigencia de la ley, y 30% en el segundo.

Por su parte, Grabois impulsa que los supermercado estén obligados a ofrecer como mínimo cinco proveedores por rubro y que el mayor de ellos no pueda acaparar más del 30% del espacio de venta. Este proyecto también contempla la apertura real a marcas de microempresas y cooperativas.

Finalmente la iniciativa presentada por Lilita -elaborada por Carrió y el legislador de la CC Hernán Reyes- se focaliza en el changuito del supermercado y propone la celebración de "contratos alimenticios" entre los operadores de la cadena de valor.

Crea, además, un código de "buenas prácticas comerciales" para las cadenas de supermercados e hipermercados. El objetivo, explica la diputada, es "atenuar las prácticas abusivas" y "evitar los costos asociados a las mermas, las ventas promocionales y los costos logísticos".

El proyecto, en tanto, propone límites para la exhibición de los productos en las góndolas de los supermercados para transparentar la competencia entre marcas. "La participación en góndolas será equitativa para los oferentes lo que garantizará la mayor concurrencia de marcas de diferentes proveedores", señala el texto de Carrió. Y agrega: "Está prohibido pautar la participación de un producto alimenticio de una marca determinada que supere al veinte por ciento (20%) del espacio disponible que el producto comparte con otros de similares características".

"Los exhibidores contiguos a las cajas y las islas de exhibición deben garantizar al menos un cincuenta por ciento (50%) de productos de origen local y/o producido por Pymes y/o Asociaciones Mutuales", señala Carrió en su presentación.

La diputada de la CC propone que los productos de menor precio "deberán encontrarse a una altura no menor a los 90 centímetros y no superior a los 160 centímetros". Y sobre Precios Cuidados pide que todo programa gubernamental de precios "deberá estar señalizados con carteles indicadores que faciliten su identificación".

"Lilita está pensado en relaciones económicas virtuosas no corporativas, para impedir que se monopolicen las góndolas y asegurar relaciones comerciales sanas", señalaron desde la CC. Aseguraron que en el Reino Unido y España hay legislación análoga.