De a poco, la provincia de Córdoba se va tiñendo de amarillo.

La simbología la determina el Sistema de Detección de Alerta Temprano que construye el Servicio Meteorológico Nacional. La referencia es la llegada de las tormentas.

Durante las jornadas de lunes y martes el viento es el principal protagonista. Provenientes del norte, van construyendo ráfagas que podrían alcanzar los 75 kilómetros por hora.

Con el avance de las horas, el "alerta amarilla" por las inclemencias del tiempo son parte de todo el paisaje en el territorio.

Las previsiones apuntan a que en todos los rincones del territorio comenzarán a gestarse las lluvias.

El informe reza que "el área será afectada por lluvias y tormentas", las cuales "estarán acompañadas por importante actividad eléctrica, intensas ráfagas, caída de granizo y principalmente abundante caída de agua en cortos períodos".

Podrían caer "entre 30 y 60 milímetros", y ser superados en algunos sectores puntuales.