Representantes de las salas de cine y el Gobierno Provincial lograron un acuerdo este lunes por la tarde. A partir del 1 de enero, las salas de cine abrirán bajo un estricto protocolo elaborado por la Provincia, el Sindicato Único de Trabajadores de Espectáculos Públicos (SUTEP) y propietarios de las salas.

El protocolo prevé una ocupación máxima del 40% de las salas. El protocolo establece el uso permanente de barbijos, distancia social y dispensers de alcohol en gel en las entradas.

El protocolo también establece que las reservas de entradas se realicen mediante internet y que las entradas sean digitales, evitando de esta manera el manejo de papeles o efectivo.

En la ocupación de las butacas, se realizará de manera intercalada con asientos vacíos a los costados, adelante y detrás del espectador.

A su vez, se establecerán "burbujas sociales", es decir, personas convivientes o grupos sociales estrechos que podrán compartir un mismo espacio o butacas contiguas. Cada burbuja podrá estar compuesta por 6 personas como máximo. A su vez, estas burbujas deben estar separadas entre sí por dos butacas libres hacia los costados y por una fila por detrás y hacia adelante.

Jorge Álvarez, director del Polo Audiovisual, afirmó que la apertura se realizará con cuidados extremos y  que la autorización fue "en el momento justo".

"Va a ser una recreación muy cuidada", agregó.