El pasado miércoles la Tierra alcanzó su punto más cercano al Sol y a la vez su velocidad máxima con 110.700 kilómetros por hora. Este fenómeno, conocido como perihelio, se debe a que la Tierra recorre una órbita elíptica de 930 millones de kilómetros. Al alcanzar la Tierra el punto más cercano al astro rey dentro de esta elipse, aumenta la velocidad del planeta debido a una mayor atracción. 

Ocurre lo contrario que durante el afelio, cuando la Tierra se coloca a la mayor distancia del Sol (unos 5 millones de kilómetros más). Este año, el afelio se dará el próximo 6 de julio. En ese momento, nuestro planeta viajará a 103.536 kilómetros por hora, más de 7.000 kilómetros por hora de diferencia que durante el perihelio.

Estos fenómenos fueron descubiertos en el siglo XVI por el astrónomo y matemático Johannes Kepler, que en su leyes explicó cómo es el movimiento de los planetas alrededor del Sol y cómo se aceleran o ralentizan dependiendo de la distancia al Sol. 

El perihelio y el afelio ocurren cada año sin cambios perceptibles para quiénes habitamos la Tierra.

El perihelio tampoco afecta a la duración del día, debido a que la rotación de la Tierra se da sobre su propio eje, mientras que la velocidad con la que la Tierra viaja alrededor del Sol está relacionada con el año.

Fuente: DW.