La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) incorporará la tecnología blockchain a distintos procesos administrativos.

Más precisamente usará una red de tipo blockchain (o cadena de bloques) para sus sistemas de gestión de alumnos.

El proyecto fue elaborado por el prosecretario de Informática de la UNC, Miguel Montes, quien lo presentó oficialmente hace 10 días en un evento de la Blockchain Federal Argentina, una plataforma multiservicios de la que participan múltiples entidades, públicas y privadas, de distintos sectores, entre ellas universidades nacionales.

Dicho proyecto parte de la necesidad de mejorar el registro de la verificación de actas y certificados que corroboran la realización de distintas actividades al interior de las carreras de grado.

Para ellos se propone un sistema de registro de datos, abierto a la comunidad, con múltiples instancias de control y seguridad (tantas como actores intervengan en el proceso), en el que nadie puede eliminar datos sin que el resto lo advierta. Es decir, una cadena de bloques.

Los sistemas de gestión de alumnos utilizados en universidades suelen requerir la existencia de actas de examen en papel, e implican a menudo que cierto tipo de certificados emitidos deban controlarse con esas actas. Esto se debe a que dichos sistemas carecen de mecanismos para asegurar a los responsables legales de la información que esta no ha sido alterada. Es posible implementar soluciones basadas en firma digital, pero estas soluciones no resuelven todos los problemas. El presente trabajo presenta una propuesta de solución de estos problemas mediante el uso de una red blockchain, plantea el documento en que se plasma dicha idea.

Aunque no tiene una fecha oficial de inicio, es intención de sus responsables que se ponga en marcha antes que concluya el año en curso.

Transparencia

Los pormenores del proyecto fueron explicados por el propio Miguel Montes en el programa Tendencias, que se emite por Canal 10.

Allí destacó que blockchain permite mejorar la transparencia de los procesos a partir de su exposición en un entorno público, así como la trazabilidad de los datos allí colocados.

"En general todos los mecanismos que implican aprobación de actividades académicas realizadas por alumnos quedan registrados en un acta. Queremos dejar una prueba en el momento en que ese acta se cierra, de su existencia y sus contenidos. De esa forma podemos garantizar, tanto para alumnos como para profesores y autoridades, que esas actas no han sido modificadas y que las notas, en las que están basados los certificados, se corresponden con las notas realmente puestas", amplía el ingeniero.

"Por otro lado tenemos un mecanismo de validación. O sea, los certificados digitales emitidos por la Universidad pueden ser validados sin necesidad de recurrir a nosotros, comparándolos con los resultados almacenados en la cadena. De tal forma cualquiera que da un certificado pueda validar que esté respaldado en ciertas actas emitidas en cierto momento", añade.

"Básicamente ponemos cierta información fuera de nuestro control, en una red pública y transparente. De este modo podemos garantizar que no se puede cambiar una vez que hemos declarado que cierta cosa es tal. Buscamos mecanismos que maximicen la transparencia. Todo lo que se coloca en la cadena está disponible, tanto para los que son miembros como para los que no lo son. Cualquiera puede conectarse a la cadena y ver lo que se está publicando, que nunca son datos primarios. No es un mecanismo para acceder a datos primarios, sino de auditoría", prosigue.

La incorporación de blockchain en distintos procesos también puede colaborar en la búsqueda de transparencia en la administración pública. Las licitaciones, con sus correspondientes ofertas, constituyen un caso ideal.

"Es una buena herramienta en el avance hacia el gobierno abierto. La comunidad puede resolver distintas situaciones", asiente Montes.

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