Un local de Pago Fácil, que opera dentro de un kiosko, presenta largas colas todos los días debido a la cantidad de personas que se acercan a abonar facturas. Desde el inicio de la cuarentena, se ven sobrepasados pese a las advertencias por parte del gobierno.

"Hay días que tenemos más de dos cuadras. Vienen muchas personas mayores, que aunque les dijeron que no les van a cortar el servicio vienen igual", expresó Gabriela, empleada del kiosko, en diálogo con Canal 10.

Para que se respeten las distancias y no haya conflictos, el lugar cuenta con agentes de la Policía. Pese a que no sucedió nada de gravedad, hay incomodidad cuando no dejan pasar a personas mayores o personas embarazadas.

"Como no hay otras bocas habilitadas, viene gente del interior y de gran parte de Córdoba. Sería útil que se abran otras sucursales", dijo la empleada. Con cierta incomodidad, admitió que no sabe la cantidad de gente que atienden por día porque son más de miles.

Para colmo, a veces no funcionan los sistemas de débito y hay gente que hace cinco horas de fila para darse con que no podrá abonar. "Te gritan, te maltratan, te insultan", lamentó Gabriela.

Este miércoles, el ministro de Salud, Ginés González García, adelantó que trabajarán en un protocolo para la apertura de este tipo de locales, debido a que esta situación se vio en todo el país.