Las maestras del jardín Pajarito Remendado debieron transformar el lugar dónde enseñaban a decenas de niños y niñas en una verdulería debido a las consecuencias de la pandemia.

Inés Sancho, directora del jardín de barrio Alta Córdoba, asegura que el comienzo del año las encontró con el cupo lleno de 30 alumnos. Pero las continuas extensiones de la cuarentena, para evitar el aumento de casos de Covid-19, hizo inviable la vuelta a clases.

Cuando las cuatro maestras se dieron cuenta que el resto de año no iban a poder reabrir las puertas decidieron pensar en una salida. "Todos los padres nos necesitan y yo tenía que generar algo para abonar el alquiler y vivir", comenta Inés.

En los estantes con flores de goma eva, que antes guardaba libros de cuentos y crayones, ahora se ven bananas y frutillas.    

Con la voz entrecortada Ines dice que sueña con el día en que el Pajarito Remendado vuelva a tener a los chicos en el aula. "Es lo que estudie y lo que estoy preparada para hacer", asegura.

Este jueves se realizaron las trabajadoras de jardines maternales realizaron protestas en diferentes partes del país para reclamar una ayuda económica después de siete meses sin actividad.