Extinción de especies, alteraciones del clima y pérdida de fertilidad en los suelos son algunos de los efectos ambientales más severos de los incendios en las islas del Delta del Paraná, por lo que, según científicos consultados por Télam, se van a necesitar entre 300 y 400 años para recuperar el humedal de dicha región.

"Continuamente se están quemando los mismos sitios en los humedales y los animales y la vegetación no están ajustados ecológicamente para soportar el fuego", explicó Paola Peltzer a la agencia de noticias, quien es doctora en Ciencias Naturales y profesora adjunta de la cátedra de Ecología de la Restauración de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Entre los efectos de los incendios intencionales en los humedales del Paraná Medio, registraron 83 especies de plantas y animales quemados por el fuego, siendo los anfibios, los reptiles y algunos mamíferos los más afectados.

“Lo más lamentable es que atrás de la desaparición de todos estos sitios haya un plan de querer cultivar ahí arriba. Estaríamos hablando de consecuencias ambientales muy grandes porque no podemos reemplazar a los humedales por cultivo, es una locura", indicó Rafael Lajmanovich, investigador principal del Conicet y también coordinador del primer trabajo científico del país sobre el impacto ambiental de las quemas en la región, que se realizó en 2020 y fue presentado en el II Encuentro Nacional de Restauración Ecológica de Argentina de noviembre pasado.

El doctor en Ciencias Naturales precisó que "sin los humedales el tipo de clima que tenemos se alteraría y cambiaría todo el ciclo biológico de un montón de especies", y además que "gran parte de la Argentina, toda la zona del litoral no podría existir sin los humedales", porque tienen “innumerables beneficios" por ser depuradores de contaminantes y reservorios de agua. 

HISTORIA REPETIDA

A lo largo de los dos últimos años se detectó que en 10 puntos del delta del río Paraná se iniciaron incendios hasta 59 veces, según un informe que la Municipalidad de Rosario presentó a la Justicia.

Cuando el fuego quema el "mismo lugar 15 o 20 veces, el hombre tiene que intervenir haciendo restauración activa, introduciendo las especies que había en ese lugar", advirtió Peltzer y explicó que primero se debe recuperar la vegetación porque es la que brinda refugio y alimento para que vuelvan los animales que habitan el humedal, como las garzas, nutrias, lobitos de ríos y ranas.

"La restauración ecológica es sumamente compleja, costosa y hay que ser conscientes de que tenemos que conservar antes de restaurar", remarcó Peltzer y explicó que no se puede saber a priori cuánto tiempo demandará la tarea.

No obstante, la doctora estimó: "Vamos a necesitar entre 300 y 400 años para recuperar el humedal que teníamos y sólo se puede alcanzar una forma similar al ecosistema anterior”.

Por eso, los investigadores coincidieron en que hay que frenar los incendios para evitar "un colapso ambiental que tendrá un punto de no retorno que ni siquiera se podrá revertir con restauración activa".

Desde principios de agosto se quemaron más de 20.000 hectáreas en distintas zonas del Delta del Paraná frente a Rosario, Villa Constitución, San Nicolás de los Arroyos y San Pedro, y se calcula que desde que comenzó el año ya se consumieron más de 100 mil hectáreas, según datos del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

NO TODA LA CULPA ES DEL CLIMA

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, sobrevoló el pasado viernes la zona afectada por los distintos focos ígneos en el Delta del Paraná. Luego del recorrido, sostuvo que se trata de una problemática, "que principalmente está atravesada por factores climáticos, pero también por factores productivos".

Para el funcionario, si bien en los últimos años aumentó la temperatura global y "no hay que descartar otro factores que inciden como la sequía y la bajante de la cuenca hídrica del Paraná que tiene tres años consecutivos", apuntó contra el modelo sojero que monopolizó al sector agrícola del país desde la década del 90. 

Juan Cabandié, ministro de Ambiente de la Nación.

"Lo que sucede es la avaricia del sector productivo, que en vez de esperar que se renueven naturalmente las pasturas o conformarse con la superficie de pastoreo para el ganado, queman pajonales, pasturas para renovarlas antes de las lluvias de primavera y esto es lo que estamos viviendo hoy", aseguró Cabandié y continuó: "Hay algo vinculado también a proyectos inmobiliarios, quemar para preparar la tierra, un cambio de suelo con futuro de proyectos inmobiliarios, pero el 90 por ciento es quema de pajonales para extender la superficie de pastura del ganado".

En ese sentido, el titular de la cartera ambiental de la Nación sentenció: "Acá hay culpables, hay cien o menos delincuentes que están perjudicando a cinco millones de personas. Entonces, si queremos analizar esta problemática desde la perspectiva ambiental, háganlo, pero esto es un tema productivo, tiene consecuencias ambientales pero las razones de porqué tenemos estos fuegos, es un tema productivo".

NADA DE PASAVIDAD 

Por su parte, el presidente Alberto Fernández aseguró hoy que el Gobierno nacional no va a "permanecer pasivo" ante los incendios que afectan las islas del Delta del río Paraná y remarcó que se dispuso "la actuación inmediata de las Fuerzas Armadas" para frenar el fuego, brindar asistencia y colaboración particularmente en la zona metropolitana de Rosario.

"No podemos tolerar que continúe habiendo incendios en el Delta que afectan al ambiente y a la salud de millones de argentinos y argentinas. No vamos a permanecer pasivos ante acciones descalificables que generan desastres ecológicos", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter junto a algunas fotografías de la catástrofe y los operativos en el lugar.

(Con información de Télam)