Mayed es sirio y vive en Argentina desde 2018. Actualmente trabaja en un kiosco en Córdoba y forma parte de los más de 800 sirios que se refugiaron en el país. Sueña (y estudia) con ser paramédico algún día.

Él, al igual que 6 millones de compatriotas, tuvo que abandonar su Siria natal debido a la guerra que atraviesa el país desde 2011. Mayed vivía con su familia en Homs, la tercera ciudad más grande de Siria después de  Damasco y Alepo.

La ciudad fue frente de guerra durante todo el conflicto. En 2012, la localidad tenía unos 900 mil habitantes. Ya para el 2019, la ONU estimó que la población se redujo a 300 mil habitantes.

La plaza del reloj antiguo de Homs en todo su esplendor. Foto: Wikimedia
La plaza del reloj antiguo de Homs en todo su esplendor. Foto: Wikimedia

"Antes de salir, siempre das tu último saludo porque no sabes cuando va a caer una bomba. Estás preocupado si no vas a volver", recordó Mayed a cba24n.com.ar.

Y agregó: "Uno se termina acostumbrando. A mi la guerra me enseño mucho. Me enseñó a vivir la vida. A aprovechar cada momento con tu familia, amigos o tu pareja. Porque al día siguiente se pueden morir".

Por la guerra, Mayed perdió a su padre, una prima y un amigo. Más adelante, acechado por el servicio militar obligatorio, el joven viajó a Líbano y vivió un tiempo con unos amigos. En Siria, tuvo que dejar sus estudios universitarios y a su familia.

Homs, la localidad donde se crió Mayed, destruida. Foto: Wikimedia
Homs, la localidad donde se crió Mayed, destruida. Foto: Wikimedia

Cerca del 2018, Mayed recibió una oportunidad para poder pensar en un futuro mejor. Mudarse a Argentina.

Él tiene parientes lejanos argentinos que son descendientes de sirios que llegaron al país antes de la Primera Guerra Mundial. "Lo único que sabía de los argentinos es que son latinoamericanos, hablan español y toman mate", comentó.

"Viajar a Argentina fue un dolor muy fuerte. Estuve llorando todo el viaje", expresó. Sin embargo, al llegar a Argentina se encontró con una gran cantidad de familiares (desconocidos para él) que lo recibieron con los brazos abiertos.

"Me abrazaron directamente y me abrieron todas sus puertas", recordó.

Sin saber hablar español, Mayed aprendió rápidamente el idioma. Ya para el 2021, su acento extranjero se pierde con algunas palabras "cordobesas".

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"Aprendí hablando con la gente y con las canciones", explicó. Cuando él escuchaba una canción en castellano que le gustaba, traducía la letra para comprender su significado y la volvía a cantar en el idioma original. Gracias a Ricky Martin, Enrique Iglesias, Shakira, el cuarteto y el reguetón, pudo aprender a hablar.

Por el momento, Mayed piensa seguir viviendo en Córdoba. Valora la calidez de la gente y la comida. "Fui a otras provincias, pero Córdoba es la más linda", remarcó.