Michael Collins, compañero de Neil Armstrong y Buzz Aldrin en la histórica misión  Apolo 11 que logró el primer alunizaje de la historia, falleció este miércoles a los 90 años, según informó la NASA.

La agencia espacial estadounidense recordó que Collins permaneció en órbita en el módulo de mando mientras sus colegas caminaban por la Luna el 20 de julio de 1969, por lo que se ganó el apodo del “hombre más solo de la historia”. La familia de Collins expresó en un comunicado, que el pionero de la exploración espacial murió “tras una valiente batalla contra el cáncer”.

Tweet de Michael Collins

La misión Apolo 11, integrada por Armstrong, Aldrin y Collins como tripulantes, despegó el 16 de julio de 1969. Cuatro días después, el módulo lunar Eagle se posó en la superficie de la Luna, con Armstrong y Aldrin a bordo. Mientras sus compañeros daban el primer paseo lunar, Collins se ocupaba de hacer fotografías del satélite y de poner en marcha experimentos. El 24 de julio, la misión amerizó en el océano Pacífico, de vuelta a la Tierra.

Michael Collins en el Módulo de Mando del 'Apolo 11', en una práctica en el simulador CM en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston el 28 de junio de 1969.SMITH COLLECTION/GADO / GETTY IMAGES
Michael Collins en el Módulo de Mando del 'Apolo 11', en una práctica en el simulador CM en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston el 28 de junio de 1969.SMITH COLLECTION/GADO / GETTY IMAGES

Collins era licenciado en Ciencia de la Academia Militar de los Estados Unidos, y como piloto de pruebas en la Fuerza Aérea llegó a las 5.000 horas de vuelo. Antes de su periplo a la Luna, participó en la misión espacial tripulada Gemini 10, en julio de 1966.

El tripulante de la histórica misión nunca lamentó haber tenido un papel aparentemente secundario en esa epopeya. “Sé que sería un mentiroso o un tonto si dijera que tuve el mejor de los tres puestos en la misión Apolo 11, pero estoy perfectamente satisfecho con el que tuve”, declaró en 2009, con motivo del 40 aniversario de la llegada al satélite.

“No pretendo negar un sentimiento de soledad. Está ahí, reforzado por el hecho de que el contacto por radio se cortaba de manera abrupta cuando yo desaparecía detrás de la Luna”, explicó. Collins recordaba así sus sensaciones en la órbita lunar: “Ahora estoy solo, realmente solo, absolutamente aislado de cualquier forma de vida conocida”.

El ex astronauta dejó la NASA al año de la misión Apolo 11, en 1970, y se convirtió en el primer director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, en Washington.

Fuente: El País