Cooperativas de trabajo de naranjitas solicitan una audiencia con el intendente Martín Llaryora para proponer alternativas a la vuelta al trabajo.

"Nuestra situación no da para más. Veníamos mal el año pasado. El comienzo de año la actividad estuvo muerta y nuestra situación se agravó con la cuarentena", sentención Noel Quinteros, integrante de la cooperativa Tosco Vive.

Según Quinteros, en Córdoba hay 500 naranjitas trabajando en cooperativas. No obstante, agregó, la cifra asciende a 1500 aproximadamente si se suman trabajadores que están fuera del sistema.

"Le solicitamos al señor intendente una audiencia porque somos parte de la solución, no del problema", declaró.

"Entendemos que no es responsabilidad de él la pandemia porque fue una situación impensable para todo el mundo. Pero se debe preservar la vida en el sentido de la asistencia que nos permita comer", agregó.  

Desde el 20 de marzo, los naranjitas no trabajan debido a la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio.