Las imágenes de la nieve color rosa sandía en una base ucraniana de la Antártida ha sorprendido a más de uno.

Se trata de un fenómeno natural debido a la presencia de algas microscópicas en la nieve.

Las fotos tomadas por el biólogo ucraniano, Andriy Zotov, muestran a la Chlamydomonas Nivalis, una especie de alga capaz de “hibernar” durante el invierno y despertar cuando se producen las temperaturas más altas, como está ocurriendo ahora en el invierno de la Antártida.

Esta planta unicelular es de color verde, pero cuando se da inicio al proceso de fotosíntesis, el caroteno rojo que posee se libera para protegerse de la radiación ultravioleta y tiñe a la nieve de su particular color rosado.

Mar Gómez, doctora en Física y responsable del área de Meteorología del diario El País de España explicó que esta sustancia actúa a modo de filtro solar, protegiendo al alga de las temidas radiaciones ultravioletas, pero permitiendo el paso de otras longitudes de onda necesarias para realizar la fotosíntesis.

Mar Gómez on Twitter

“Este tipo de alga es capaz de sobrevivir en climas fríos, permaneciendo “dormidas” durante los meses de invierno. Las temperaturas más altas durante el verano antártico hacen que se “despierten” y se expandan rápidamente”, detalló vía Twitter.

No es el único tipo de alga capaz de sobrevivir a temperaturas muy frías, hay unos 350 tipos diferentes capaces de hacerlo. Algunas de ellas pueden teñir la nieve de color negro, marrón o amarillo, dijo.

Gómez informó que esta nieve rosa “contribuye a aumentar el calentamiento global al reducir el albedo de la nieve. El albedo es la capacidad que tiene una superficie de reflejar la radiación solar, siendo alto en la nieve y el hielo”.

Es por ello que “al ocupar parte de esta nieve de un color que no es el blanco, se reduce esa capacidad de reflejar la radiación solar al exterior y puede contribuir a un aumento del cambio climático”, concluyó.

Nieve rosa sandía en la Antártida: los motivos científicos