Los salones de fiestas privados solicitaron en varias ocasiones poder volver a funcionar. En diálogo con Canal 10, Lorena Scalerandi, propietaria de un salón, explicó cómo es el protocolo que presentaron para poder volver a la actividad.

Acorde a otras disposiciones, se tomaron medidas tales como reducción de cantidad de personas (en un salón de 900 m2 podrían ingresar 200 personas, cuando suelen ser 1200), alcoholen gel en todas las mesas y la supresión de la pista de baile.

"Tenemos una sectorización distanciada para que no haya que estar sentado siempre. y el personal de atención tendrá barbijo y guantes. Tampoco hay barra", explicó Scalerandi. En el lugar también habrá flechas que guíen la circulación.

El propietaria remarcó además que "los salones están acostumbrados a controlar conductas. Siempre se exige un auxiliar de policía", por lo que tienen experiencia en que el evento no se les vaya de las manos.

Otros elementos que acompañan la iniciativa es la lista previa de invitados, que permitirá reconocer quiénes están y en qué condición se encuentra. Cabe recordar que en estos lugares se hace un evento social privado: no puede ingresar alguien que pasaba por ahí como sí podría suceder en un restaurante.

Por el momento no hay fecha de regreso y desde el COE ya les hicieron algunas objeciones a la intención de volver: por ejemplo, no aceptan que se realice ni un baile protocolar (por ejemplo, una quinceañera que solo baile con su padre, con quien vive).

Scalerandi advirtió sobre la situación que se registró durante el fin de semana, cuando se viralizaron fiestas clandestinas: "Si no se habilitan los locales, los jóvenes ellos se van a juntar de algún modo".

También informó que le solicitaron a la Provincia alguna eximición de impuestos y ayuda económica, ya que hay varios lugares más pequeños que no pueden funcionar desde marzo y están en un situación complicada.