El libro “Nueva Evangelización y Cultura”, del autor Juan Carlos Bilyk, es uno de los manuales que están obligados a leer estudiantes en secundarias de los colegios Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino o escuelas Fasta, que en Córdoba tiene sedes en los niveles inicial, primario, secundario y superior en Marcos Juárez, San Francisco y la capital provincial.

De acuerdo con el currículum publicado en internet, Bilyk es profesor de Formación Religiosa en el Colegio Fasta San Vicente de Paul en Villa Devoto, Buenos Aires y responsable de los contenidos y la bibliografía de la dirección de Fasta. Además, es profesor de las cátedras de Humanidades, de Filosofía, de Teología y de Ética en la Universidad del Salvador y además, y también dicta las cátedras de Antropología Teológica y de Nuevo Testamento en la Universidad Fasta.

El manual es publicado por MDA, la propia editorial de Fasta, como otros libros que se usan en las aulas. Trae definiciones tales como:

“El lesbianismo es un despropósito, una depravación de la misma naturaleza humana”.

“El feminismo radical busca que la mujer pueda librarse de todo límite moral, de cualquier compromiso u obligación y -si apareciera- de ese molesto intruso que se alojó en sus entrañas”.

El libro habla del aborto como “la matanza de los inocentes” y enseña como anticonceptivo “la castidad y los métodos de planificación natural”. Afirma que usar preservativo para protegerse del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es "jugar a la ruleta rusa: se multiplicaran más las experiencias sexuales, persuadidos de la protección ofrecida por el profiláctico y aumentará la probabilidad de contagio”.

Sobre el divorcio, el manual expresa que "la ruina de la familia y del matrimonio por medio de la promulgación de leyes con tal fin (la familia como institución natural, no estamos hablando del sacramento) fue uno de los primeros objetivos de los enemigos de la cultura católica" y aduce que "no hace falta mostrar las estadísticas que indiquen en cual situación anímica y espiritual quedan los hijos de padres divorciados”.

Además, va en contra del matrimonio igualitario y de que éstos adopten hijos: "La acción de grupos homosexuales y transexuales (o “tránsgenero”, como gustan denominarse a sí mismos) llega hasta el tuétano de la cuestión, siendo las uniones entre ellos reconocidas por el estado laicista como matrimonios legítimos, sin importar que eso pueda significar la aniquilación del concepto de familia y del matrimonio naturalmente entendido".

"Por medio de agresivas campañas y constante presencia en los medios buscaron imponer un modelo de uniones que fuera socialmente aceptado bajo riesgo, para quien se oponga, de ser tachado de discriminador, homofóbico, y cavernícola (como mínimo). Y ciertamente lo lograron", expresa el manual.

El libro refiere a la "ideología de género" como una "verdadera extravagancia de los pansexualistas". "Para la ideología del género ser varón, mujer o lo que se quiera, es fruto de la autopercepción que cada uno tenga de sí mismo", agrega.

La publicación cuestiona al "feminismo radicalizado o extremista" porque "lucha por romper con las principales cadenas que -según los laicistas- oprimen a las mujeres: la biológica de la maternidad y la sociológica de esposa (ambas cadenas sería fruto de una sociedad machista y patriarcal)". Y dice que las feministas radicalizadas son "sumamente agresivas, prepotentes y gritonas" y las señala como "enemigas de la maternidad".

“En realidad, la mujer les importa muy poco. El odio -al varón, al orden natural, a la iglesia, y en definitiva, a Dios- las ciega irracionalmente. Solo pretenden imponer mediante falacias y violencia (ideológica, ya sea verbal o física), un modelo de sociedad donde la dignidad de la persona humana se trastoque por el más grotesco permisivismo”, expresa.

Y afirma que los movimientos feministas buscan "que la mujer sea otro hombre y por venganza o revanchismo, cambie la sociedad de machista a feminista, es decir, de un extremo al opuesto".