Una agente policial circulaba en la ciudad de Córdoba, en su vehículo particular, cuando vió un rejunte de vecinos y al escuchar gritos se detuvo y al consultarles qué había ocurrido, le manifestaron que había un nene ahogado.

"Ingreso a la vivienda particular, observo una pileta y dentro de ella un hombre que estaba sacando a la criatura en sus brazos, se le realizaron las primeras maniobras para estabilizarlo, de RCP", contó Carlos Rafael Carabajal, policía barrial a la Crónica Matinal de Canal 10.

"Cuando ví que despidió la primera bocanada de agua, automáticamente lo puse de costado, seguimos sacándole la ropa porque el agua estaba bastante fría", explicó. 

El niño había caído a una pileta con agua. La mamá se encontraba en una crisis de llanto.

"Automáticamente cuando el bebé empezó a llorar, pude ver que tenía signos vitales, y yo ya había pedido minutos antes colaboración al 101, y de ahí salimos en mi vehículo particular con la mamá, en todo momento hablándole al bebé, para que no se durmiera, hasta el hospital Florencio Díaz", explicó Carabajal.

Contó que fue escoltado por el personal policial hasta el nosocomio, haciendo los cortes pertinentes de las calles para no causar ningún problema en el tránsito y evitar algún accidente.

Finalmente al llegar al hospital "se logró establecer al bebé y luego fue trasladado al Hospital de Niños, para realizarse análisis ya que había quedado restos de agua en sus pulmones, nos dijeron los médicos".