El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 7ª Nominación de la ciudad de Córdoba ordenó la colocación de la tobillera electrónica (dispositivo dual) a un hombre que había recuperado la libertad luego de estar detenido por agredir a su expareja.

La medida se adoptó porque el sujeto incurrió en reiterados incumplimientos de la prohibición de acercamiento al domicilio de la denunciante a pesar del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

La magistrada Susana Ottogalli de Aicardi basó su decisión en un informe remitido por la Secretaría de Lucha contra la Violencia de Género y Familiar. De esa documentación se desprende la extrema situación de vulnerabilidad a la que estaba expuesta la denunciante, debido a que aún durante el período de aislamiento social y preventivo el agresor no cesó los incumplimientos de la restricción de contacto vigente. Por esa razón, los profesionales del organismo consideraron que el dispositivo SALVA (botón antipánico) no resultaba suficiente medida de resguardo. En definitiva, el informe concluye que la mujer denunciante se encontraba en una situación de alto riesgo de femicidio. 

La jueza Ottogalli de Aicardi también valoró la nueva denuncia formulada por la víctima de la que surge que el agresor transitaba por el frente de su domicilio o por zonas cercanas, pese a encontrarse vigente una medida de restricción de acercamiento en un radio de 1500 metros.

En esa oportunidad, la mujer declaró que el hombre denunciado circulaba constantemente en su ciclomotor por el frente de su casa, incumpliendo así las medidas de restricción de contacto. Además, agregó que familiares y amigos lo han visto merodear cerca de su domicilio en reiteradas oportunidades.

Por todo ello, la magistrada ordenó la colocación del dispositivo dual por un plazo de cuatro meses y la prórroga de las medidas de prohibición de contacto y de acercamiento en un radio de 1500 metros, a fin de brindar protección efectiva a la denunciante.