Que la pandemia afectó de modo singular a todo Brasil, no es novedad. Pero hoy, los ojos se posan sobre Manaos, capital de estado en el noroeste del país.

Desde hace tiempo que diversos especialistas solicitan, en tal sentido, el cierre de fronteras con la vecina región, en virtud de la fuerte presencia, con epicentro allí, de la variante de coronavirus denominada P.1.

Con fuerte presencia de rastros hallados en la mutación sudafricana, el impacto sostenido puntualmente en el Amazonas es amplio.

El bioinformático Rodrigo Quiroga advierte por la situación, poniendo como eje las reinfecciones en un poblado de dos millones de habitantes, y las alrededor de 2.200 muertes registradas en enero.

"Entre abril y junio del año pasado se infectó la gran mayoría de la población: un estudio estimó que fue entre el 60 y el 90% de las personas, y muchas fallecieron. En noviembre los casos volvieron a aumentar de nuevo, con la nueva variante, que contiene muchas mutaciones", precisó.

El contexto lo marca el inicio de vacunación contra el Covid-19 y las imágenes que trascendieron con largas filas de personas intentando conseguir oxígeno para familiares y allegados.

En diálogo con el programa Mirá Quien Habla, de FM 102.3, el docente de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador asistente del Conicet, sostuvo que "puede evadir la respuesta inmune y reinfectar". Y agregó: "Lo que pasó entre noviembre y enero fue desastroso. El mes pasado, se estima que el 85% de los contagiados son de esta variante. Con las terapias totalmente colapsadas, se informan más de cien muertes por día".

Remarcó que "Brasil está haciendo un gran esfuerzo" para que no trasciendan casos de la variante, y puntualizó que "abría que cerrar fronteras y cancelar vuelos".