El rubro de los salones de fiestas infantiles sigue sin poder funcionar en Córdoba y desde la asociación que los nuclea aseguran que la situación es desesperante.

Luciana Franchini, miembro de la organización, afirmó a Canal 10 que no entienden la razón por la cual el Gobierno de Córdoba tomó la decisión de que sigan cerrados.

Son muy pocos los lugares que pudieron reconvertirse a bar -como autorizó el Gobierno- y varios debieron cerrar sus puertas colmados de deudas. "Tenemos expectativas de que nos habiliten cuando habiliten todo", indicó Franchini.

La empresaria recordó que en diciembre del año pasado presentaron un protocolo que fue aprobado y que tienen "bien claro lo que es el cuidado de los chicos". Recordó además que las fiestas se siguen haciendo en la clandestinidad, en casas privadas.

En esas instancias no se cumplen los protocolos y por eso la medida no sería del todo efectiva. "Somos parte de la solución y no parte del problema", afirmó Franchini.