El papa Francisco negó que piense renunciar en un futuro cercano, ratificó su visita a Canadá a fines de mes y adelantó que espera poder viajar pronto a Moscú y a Kiev para ayudar a la paz en medio de la guerra desatada por la invasión rusa a Ucrania.

"Nunca estuvo en mi cabeza. Por el momento no, de verdad", respondió el pontífice al ser consultado, en una entrevista con la agencia de noticias Reuters difundida hoy y reproducida por la italiana ANSA, sobre los rumores de una eventual renuncia durante el verano europeo.

Las interpretaciones sobre su eventual dimisión comenzaron a circular en círculos conservadores del Vaticano luego de que el pontífice fijara una visita al centro de Italia similar a una hecha por su antecesor Benedicto XVI antes de renunciar en febrero de 2013.

Además, como el Papa anunció que a fines del mes que viene creará 21 nuevos cardenales, entre ellos 16 con posibilidad de voto en un eventual cónclave, se habían disparado los rumores sobre su posible renuncia.

El pontífice, de 85 años, sí destacó la decisión de Benedicto XVI "como una cosa buena para la Iglesia, les ha dicho a los Papas que se frenen a tiempo" pero despejó cualquier duda sobre una eventual dimisión inmediata.

En ese marco, repitió que algún día podría llegar a evaluar la dimisión si su salud empeora, pero que "no se sabe, Dios dirá" al respecto.

El pontífice argentino fue sometido en 2021 a una intervención quirúrgica de abdomen por una diverticulitis, y este año se mostró en silla de ruedas por primera vez a partir de una dolencia en la rodilla derecha que lo obligó a suspender el viaje previsto a Sudán del Sur y República Democrática del Congo del 2 al 7 de julio y que aseguró poder hacer "más adelante".

"Estoy mejor, estoy mejorando de a poco", dijo el Papa, y reconoció que está siendo tratado con terapia láser y magnética, mientras en las últimas semanas se mostró caminando con un bastón en imágenes que reflejaron la recuperación luego de haberse visto obligado a usar una silla de ruedas en mayo.

"Técnicamente ya se ha hecho la calcificación, gracias a todo el trabajo realizado con láser, tecnoterapia y magnetoterapia. Y ahora hay que empezar a moverse porque hay peligro de perder músculo si uno no se mueve. Es un ligamento que se ha inflamado, y con esto andaba mal y se me movió un hueso, una fractura ahí y ese es el problema", reveló por primera vez sobre el origen del malestar en la pierna.

Sobre la intervención del año pasado, la calificó como "un éxito" y negó las versiones sobre un supuesto cáncer, a las que consideró "chismes de palacio".

"Sí, me sacaron 33 centímetros del colon, del sigma, por diverticulitis. Salió bien, fueron más de seis horas de anestesia y por eso no quise hacerme esta operación aquí (en la rodilla), porque la anestesia deja rastros. A los 10 meses, al año", explicó sobre la negativa a una intervención este año para facilitar sus desplazamientos.

Francisco, que del 24 al 30 de julio viajará a Canadá acompañado por Télam y otros medios a bordo del avión papal, agregó además que estudia una visita a Rusia y Ucrania a su regreso del país norteamericano.

"Me gustaría ir, y quería ir primero a Moscú", planteó al ser consultado sobre una posible visita a Kiev.

"Intercambiamos mensajes sobre esto porque pensé si el presidente ruso me daba una pequeña ventana para servir a la causa de la paz. Y ahora es posible, después de que regrese de Canadá, es posible que logre ir a Ucrania", dijo.

En ese contexto, sostuvo que "lo primero es ir a Rusia para intentar ayudar de alguna manera, pero me gustaría ir a las dos capitales".

Tras una serie de tentativas fallidas para tener un visto bueno del presidente ruso Vladimir Putin a un acercamiento Vaticano, el Papa reconoció que ahora "quedó un diálogo muy abierto, muy cordial, muy diplomático en el sentido positivo de la palabra. Por el momento está bien, la puerta está abierta", reconoció.

Durante julio, Francisco suspenderá como es habitual sus audiencias generales de los días miércoles, una medida que toma desde que fue entronizado en 2013 y que está relacionada con las altas temperaturas de Roma y no con problemas de su salud como planteaban algunas versiones en los últimos días.

A fines de julio, en un viaje que tendrá como eje el pedido de perdón a los pueblos indígenas tras los abusos cometidos en internados católicos, el papa Francisco viajará a Canadá en la que será su segunda salida fuera de Italia este año, tras el viaje a Malta de inicios de abril.

El pontífice, en una prueba para el estado de su rodilla, recorrerá 19.246 kilómetros para visitar las ciudades de Edmonton, Quebec e Iqaluit para pronunciar nueve discursos.

El Papa partirá desde Roma el domingo 24 por la mañana y llegará al mediodía local a Edmonton, donde se quedará hasta el miércoles 27 con una agenda que incluirá encuentros con las poblaciones indígenas First Nations, Métis e Inuit.

Télam