Este jueves, en conferencia de prensa, el colectivo Actrices Argentinas con el apoyo de otras organizaciones, denunciaron públicamente a Diego Pimentel, exdirector del Centro Cultural San Martín, por acoso sexual.

Pimentel es arquitecto, egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es docente en la Universidad Nacional del Arte (UNA) y de la Universidad de San Andrés (UdeSA). Además se desempeña como asesor externo de la Universidad de la Cuenca del Plata y como consultor independiente en proyectos de arte, diseño y tecnología para instituciones, gobiernos y empresas.

En su web personal, detalla que desde fines de los 90 se orientó hacia "el campo de las interfaces interactivas y la comunicación visual, desarrollando proyectos de gran complejidad" y entre 2000 y 2001 fundó Simplestudio junto a su socio, Andrés Sobrino.

En el mes de agosto, “por motivos personales”, renunció a su cargo de director del Centro Cultural San Martín tras estar en ese puesto desde el 2016. Ese motivo era porque no se sentía cómodo “con la situación”.

La "situación" era una doble denuncia por "maltrato físico y acoso sexual en espacios privados con acceso público", que presentaron en marzo de este año las dos mujeres que cumplían funciones en su equipo de trabajo. Mientras que una de ellas prefirió mantener su identidad en secreto, la otra denunciante fue identificada como Anahí de la Fuente, presente en la conferencia brindada este jueves pasado.

Las víctimas efectuaron las denuncias en el Fuero Penal, Contravencional y de Faltas de la CABA. Actualmente, el caso se encuentra en manos de la Fiscalía N° 16 especializada en violencia de género.

Sin embargo, y a pesar de que ellas pedían traslado a otras dependencias, la posición de la empresa fue echarlas, ya que recibieron una carta documento que modificaba la rescisión de su contrato.

Ahora se solicitó el requerimiento a elevación a juicio luego de recibir material probatorio y la declaración de testigos aportados por las querellantes y por Pimentel y sus abogados.

La denuncia pública fue impulsada por diferentes autoras, escritoras, directoras, técnicas de cine, bailarinas, músicas, trabajadoras de centros culturales, colectivos feministas y transfeministas; y organizaciones por los derechos humanos.