En un contexto sanitario en el que luego de las restricciones se logró detener la curva ascendente de contagios diarios, descomprimir algo el sistema sanitario que aún sigue comprometido por la alta ocupación de camas y avanzar en la campaña de vacunación, la aparición de la variante Delta, mucho más contagiosa y letal según los especialistas, encendió las alarmas.

Ante esta situación, el gobierno decidió restringir el ingreso diario al país de quienes retornen del exterior, y bajar de 2 mil a 600 personas por día la cantidad de entradas, lo que disparó el reclamo de muchos de los que quieren regresar de sus viajes  y no pueden hacerlo. No obstante ello, todos los que viajaron al exterior debieron firmar una declaración jurada en la que aceptaban que en virtud de la situación sanitaria, podían haber modificaciones que implicara una demora en el regreso al país.

Declaración jurada que firman quienes viajan al exterior.
Declaración jurada que firman quienes viajan al exterior.

En uno de los párrafos del texto de la misma, dice: "Declaro aceptar las disposiciones que el Estado Nacional regule en el marco de la emergencia sanitaria y asumir los costos y responsabilidades que de ello surgiera". Ante esta situación, la titular de la Dirección Nacional de Migraciones ratificó la continuidad de la medida hasta el 9 de julio en principio, aunque podría prorrogarse.

Florencia Carignano remarcó que no puede considerarse un "varado" alguien que viajó conociendo las posibles consecuencias habida cuenta de la situación imperante y defendió la decisión al afirmar que “no decidimos entre lo bueno y lo malo, decidimos entre lo feo y lo muy feo”.

En esa dirección la funcionaria, reconoció que la medida para intentar demorar el ingreso de la variante Delta puede perjudicar a muchos, "pero a muchos otros los perjudica tener que cerrar sus negocios. Si no cerrábamos, en dos semanas teníamos un colapso sanitario”.

De acuerdo a los datos oficiales, hay poco más de 45 mil personas que viajaron al exterior en los últimos cuatro meses, de los cuales el 60% lo hizo por turismo, es decir que los que viajaron por descanso son poco más de 26 mil personas durante el último mes. Mientras que 6.840 argentinos (15 por ciento) salieron por trabajo, 6.273 (14 por ciento) por residencia, 2.506 (6 por ciento) por mudanza, 1.308 (3 por ciento) por estudio y 787 (2 por ciento) con otros fines no especificados. 

Cargnano resaltó que "todos van a poder volver", pero que lo harán "de forma controlada y ordenada a fin de lograr el cumplimiento efectivo del aislamiento". Finalmente, recordó que desde el gobierno vienen diciendo "desde hace tiempo que no era el momento” para hacer viajes que no sean necesarios, al tiempo que reconoció que habrá excepciones para los “casos extremos”.