La multiplicación de advertencias de organismos de salud por la utilización del cigarrillo electrónico no detienen de apuntar a los riesgos.

De allí que, en Argentina, esté vigente un alerta epidemiológico por el “vapeo”, que apunta a la acción de su uso.

Casi descartada la chance de que ayude a dejar de fumar, son las complicaciones pulmonares las que lo tienen en el ojo de la tormenta.

En nuestro país, el Ministerio de Salud ya recomienda “implementar la vigilancia de Lesión Pulmonar asociada al uso de cigarrillo electrónico en todos los servicios de salud que atiendan casos probables o confirmados”, y la notificación inmediata de tales situaciones.

A su vez, se apunta a la relevancia de “los médicos que asistan al paciente y lleguen al diagnóstico (clínicos, intensivistas, neumonólogos, infectólogos, pediatras, especialistas en imágenes, anatomopatólogos, etc.) y los bioquímicos que hayan participado de los estudios realizados para investigar infección respiratoria”.

Primer caso de lesión pulmonar

El contexto lo marca un hombre de 30 años, a quien semanas atrás se asoció su caso al cigarrillo electrónico.

El paciente “comenzó con síntomas un mes previo a la fecha de consulta” en un hospital porteño, y su “diagnóstico de proteinosis alveolar” requirió “internación en terapia intensiva y asistencia respiratoria mecánica”.

Hoy, de alta, cuenta con “oxígeno suplementario y control ambulatorio”.

La cartera de Salud nacional adujo que “refirió haber consumido más de 20 cigarrillos diarios durante 15 años. Había dejado de consumir cigarrillos tradicionales y estaba utilizando cigarrillo electrónico al menos 90 días antes de presentarse en la consulta”.