Desde este 20 de mayo de 2019, rige una nueva definición de kilogramo con el fin de buscar una medida más precisa.

Desde 1889 hasta el domingo 19 de mayo, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM) definía el kilogramo en base al "Gran K", un cilindro fabricado con platino e iridio.

Sin embargo, científicos descubrieron que durante este período de tiempo el "Gran K" y sus copias sufrieron variaciones de pesos, cerca de 50 microgramos en 100 años.

Aunque la decisión de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas no afectará la vida cotidiana de las personas, varias magnitudes serán medidas en base a constantes físicas.

De esta manera, el kilogramo estará ligado a la Constante de Planck, una constante central en la  la teoría de la mecánica cuántica.

La Constante de Planck fue definida como: 6.62607015×10−34 kg⋅m2⋅s−1  

De esta manera, el kilogramo queda ligado con la Constante, el metro y el segundo.

Otras medidas pasarán a tener patrones en base a constantes físicas. La unidad de temperatura kelvin, medido hasta ahora a través del agua, será definido a través de la Constante de Boltzmann (k), una unidad relacionada a la temperatura absoluta y energía..

El amperio se medirá a partir de la carga elemental (e), la carga eléctrica de un protón, y el mol, una unidad utilizada sobre todo en la química, dependerá directamente de la constante de Avogadro (NA).