El sueño es un factor fundamental para la salud y crecimiento del bebé. Si el descanso no se hace en condiciones óptimas, puede generarles riesgos para la salud, como muerte súbita, sofocación accidental o golpes.

Para evitar estos incidentes, el Ministerio de Salud recomienda:

Sueño seguro

En relación a la muerte súbita, puede ocurrir por diferentes motivos, entre ellos, por obstrucción de la vía aérea, reinspiración de dióxido de carbono y la consiguiente disminución de oxígeno en la sangre, o sofocación, principalmente durante el sueño.

En este sentido, cabe destacar que la lactancia materna exclusiva, además de ser el mejor alimento que puede recibir el bebé, disminuye el riesgo de esta causa de muerte en más de un 70% y es un factor protector del sueño.

Para un sueño seguro se aconseja acostar al bebé siempre boca arriba, con los brazos por encima de la sábana, y con los pies apoyados en la parte inferior de la cuna, para evitar que se deslice por debajo de las sábanas. Recostar al bebé de costado aumenta la posibilidad de muerte súbita y, en bebés prematuros, con bajo peso o con alguna enfermedad crónica, duplica el riesgo.

Además, el descanso se debe hacer sobre una superficie firme y plana, libre de artículos blandos, como almohadas, chichoneras o juguetes a su alrededor, debido a que pueden generar riesgos de asfixia.

También es importante no dormir al bebé en lugares que representen un riesgo, como, por ejemplo, en sillones y sillas. Tampoco, en cochecitos, huevitos o butacas para el auto, que deben ser utilizados para trasladar al bebé, y no para hacerlos dormir durante varias horas, ya que pueden aumentar el riesgo de muerte súbita.

Al principio, por lo menos hasta los seis meses, es recomendable que duerma en su cuna, en la misma habitación que la madre y/o padre, o cuidadores, en un ambiente sereno, no demasiado caluroso.

En el caso de realizar colecho, es decir, si se comparte la cama con el bebé; es importante reforzar los cuidados. Se debe ubicar al lado de la persona cuidadora, sin objetos que puedan obstruir sus vías respiratorias, así como también prestar especial atención para evitar caídas.

Otra recomendación importante es no fumar al lado del bebé, ni en la habitación en la que duerme; y procurar no hacerlo en toda la casa, para generar un ambiente libre de humo. Cabe subrayar que el riesgo de muerte súbita aumenta cuatro veces en hijos de madres fumadoras.

Tampoco se debe consumir alcohol o drogas que dificulten la atención del bebé o que lo pongan en riesgo.