Los miembros de la organización de acompañamiento a víctimas de este flagelo, "Paso a paso", impulsan una reforma en las leyes que cambie el sistema y proteja más a las víctimas siguen acompañando desde la preocupación a quien atraviesa este tipo de situaciones.

Después que Viviana Galarza fuera brutalmente atacada por su expareja, Fabián Pereyra, a quien había denunciado por violencia de género, no se quedó sola.

La misma acción se repite siempre que conocen de un caso donde "alguien la pasa mal", buscando ayudar y brindar apoyo, contención y colaborar en la medida que les sea posible.

Viviana fue dada de alta y sigue su recuperación, pero ellos de nuevo están en el Hospital porque siempre llega otra persona, y en este caso, al mismo tiempo buscan firmas para que el sistema de protección a las víctimas cambie.

Silvia Windholz, integrante de la Fundación Paso a Paso, fue consultada por Radio Universidad y en el Programa A PURA RADIO y señalo que "en el sistema de protección de las víctimas de violencia todo está fallando hasta ahora porque una orden de restricción no para a un loco, con el botón antipánico siempre llegamos tarde aunque la policía trabaja y lo hace muy bien, la falla está en la parte judicial".

Windholz explicó que "buscando en otros países descubrieron que en esos lugares lo más efectivo es la tobillera, pero no las que se usan para alguien que está preso y cuando sale monitorearlo o los que tiene prisión domiciliaria, las que nosotras necesitamos son aquellas que programadas con la orden de restricción, cuando el sujeto esté a 500 metros ya empiece a sonar para que todos estemos alerta".

Nosotras creemos que "el vecino también se tiene que comprometer y cuando los asistentes sociales les preguntan si escucharon algo hay que dar testimonio y no decir que no escuchó nada por miedo a pelearse con el vecino", renarcó la integrante de Paso a Paso.

Silvia Windholz le dijo al periodista Mariano Montali: "qué preferimos dejar de hablarnos con un vecino o una mujer muerta...!?!".

"Hagamos algo" sentenció Silvia y fue más allá abundando en detalles al reflexionar: "las tobilleras le van a costar al Estado unos $ 1.200 por mes cada una, un monto mucho menor que pagarles a varios chicos que deje solos una mamá muerta $ 8.000 por mes y de por vida".

Finalmente la mujer dijo que están en tratativas "con la justicia, abogados , fiscales y otros profesionales para recaudar firmas y elaborar un proyecto que se ley que no sea tan liviana como las actuales normativas que son tan poco severas con los violentos".

Si sos víctima de violencia de género o conocés a alguien que necesite ayuda, comunicate a la línea nacional y gratuita 144, que funciona todos los días del año, las 24 horas.