Después de un día de angustia por un posible desalojo, ordenado desde Buenos Aires, los trabajadores de la exPlascar se mantienen en alerta y reclaman que les permitan trabajar como cooperativa.

Al rededor de 50 operarios, con experiencia de más de ocho años, ocuparon la planta ubicada en Camino a Interfábricas para ponerla en funcionamiento después de la quiebra en 2017. Además denunciaron al dueño por estafa y retención indebida de aportes.

"Nosotros tenemos maquinarias que solamente hay aquí en Córdoba, contamos con mano de obra calificada y la cabina más grande de pintura fuera de las automotrices", expresó uno de los operarios.

Sin embargo este martes al mediodía un grupo de policías se presentó en la planta para cumplir con una orden de desajolo impartida por un juzgado de la provincia de Buenos Aires.

La angustia llevó a tres trabajadores a subirse al techo de los galpones y amenazar tirarse al vacío.

Uno de ellos fue Ariel Salguero quien vive en la casilla de la guardia desde hace un año y medio. "No tengo otro lado dónde ir a vivir", aseguró. Me he hartado de tirar curriculum por todas partes", agregó.

El juez Saúl Silvestre, quien debía cumplir con el exhorto que llegó desde Buenos Aires, abrió un compás de espera por dos meses en el que los trabajadores podrán presentar sus objeciones.