Aún con la situación sanitaria en emergencia y la pandemia por coronavirus vigente, el transcurrir de la disposición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) será recordada en tierras cordobesas por la singularidad de lo ocurrido con el transporte interurbano.

De carácter esencial desde el 20 de marzo, con el primer Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) a nivel nacional, en la provincia sólo se cumplió por algunas jornadas. Estuvo limitado, en el período que se cerró con el lanzamiento del paro del 13 de abril, para los recorridos vigentes sólo de hasta 60 kilómetros de la ciudad de Córdoba.

De allí en adelante no se movió ningún colectivo de este esquema.

En medio de una marcada crisis y cobrando mal durante estos meses, el gremio de los choferes anunció en las últimas horas haber llegado a un "acuerdo marco" con los representantes de las firmas del sector.

Sin embargo, el servicio no está en condiciones de retornar. Y es la intervención del gobierno de la provincia la que marca la cancha por estas horas.

Fuertemente cuestionada por los trabajadores por ser el poder concedente y no lograr el desarrollo de la actividad, la Secretaría de Transporte a cargo de Franco Mogetta dispuso el pasado 10 de agosto la suspensión de todos los servicios.

Por eso, una normativa oficial del Gobierno local impide que salgan los micros. Durante el paso de la pandemia fueron múltiples los reclamos de ciudadanos de localidades vecinas a la capital por verse imposibilitados de moverse.