Por tercera vez desde que se desató el brote de coronavirus en el geriátrico Santa Lucía, de Saldán, familiares de quienes residían en el lugar envían una misiva a las autoridades del gobierno de Córdoba.

Primordialmente, en el texto surgen preguntas: "¿Cuántos familiares más tienen que morir después de la tragedia de Santa Lucía? ¿Cuánto tiempo más creen que nuestros abuelos y abuelas pueden aguantar en las condiciones que están? ¿Dónde está el Estado? ¿Dónde está la humanidad de quienes tienen el poder de resolver la situación?".

Los allegados de ancianos que habitaban el lugar manifiestan estar "unidos", aclaran que "no estamos a favor ni en contra de la imputación a los médicos", y son tajantes al pedir la reapertura del lugar.

"Nadie comprende el dolor que se vive con lo que allí ocurrió. Han fallecido 11 abuelos, aún quedan otros dando vueltas por instituciones varias peleando por su vida", reclaman.

Señalan que "los abuelos quieren volver ahí, lo sienten su hogar. Nadie pensó en ellos en esta tragedia. (...) Un número han sido, solo eso. Cifras y signos (positivo, negativo). Lamentable y muy triste".

Pidiendo que "alguien nos escuche" solicitan "que la justicia haga lo que tenga que hacer".