En la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), el desenlace fatal de un hecho en la obra de la nueva Legislatura, en cercanías al centro de la ciudad de Córdoba, no sorprendió del todo.

En el gremio que nuclea a operarios del sector las denuncias respecto a las fallas en “el proceso constructivo” se multiplican. El último caso fue la caída de un paredón en la zona de El Tropezón, en medio del cierre del anillo de Circunvalación de la capital.

Ahora, la cuestión la refuerza la muerte de un plomero, que se desempeñaba en un pozo; fue sorprendido por un desmoronamiento y no sobrevivió.

Rafael Calama, de la UOCRA, dice estar aún “consternado” y pide “a los profesionales técnicos involucrarse más”, porque “quienes estamos en la construcción saber que hacer una obra es riesgoso”, pero “les pido que estén en el minuto a minuto”.

Luego agregó: “Cuando se va a realizar una obra, en el mismo proyecto se anticipa cómo el trabajador lo va a hacer, en qué condiciones estructurales de seguridad. A esto se le llama proceso constructivo, y esto está fallando”, graficó Calama.

Refirió, en diálogo con el programa La Primera, de radio Universidad, que “el casco y el arnés no basta” para salvaguardar vidas, y solicitó más medidas a “el director y representante técnico”.