Sendos eventos que se desarrollaban en un campo de Lozada y en dos casas de Alta Gracia, una a metros del Tajamar, fueron intervenidos por la policía aunque no se realizaron detenciones.

Estos son otros ejemplos más de cómo se va relajando el aislamiento o mejor dicho en esta fase, el distanciamiento obligatorio, ya que en la provincia transita la Fase 5 de la cuarentena.

Es notable como disminuye hasta desaparecer la responsabilidad social con respecto a los cuidados sanitarios relativos a la pandemia de coronavirus.

Y si hay un foco más evidente de acuerdo a las estadísticas son las fiestas o “juntadas”, indiscutible vector de contagio que preocupa a las autoridades provinciales y locales, pero no parece ser tema de discusión entre quienes organizan y/o asisten respecto de la prevención del Covid-19.

Si bien todos los días cronicamos desde nuestro Multimedio registros que dan cuenta de la existencia de reuniones familiares, cumpleaños y otros eventos de pequeña escala prohibidos por disposición nacional, prácticamente inédito es lo que ocurrió el fin de semana en el Departamento Santa María.

Según publica LA NUEVA MAÑANA se trató de tres megafiestas clandestinas, una en un campo de Lozada y otra en una casa céntrica de Alta Gracia, que fueron desarticuladas por la Policía provincial.

En Lozada, a unos 50 kilómetros de Córdoba, más de cincuenta personas participaban de una fiesta desarrollada en la zona rural, sobre el Camino a 60 cuadras.

Cuando la Policía llegó al lugar, se encontró con los 50 vehículos de los asistentes y el evento en pleno desarrollo.

Inmediatamente se entrevistó al responsable del predio, un hombre de 48 años que fue sindicado como organizador, y pese a que no se cumplía con el distanciamiento social, no hubo detenidos sino apenas actas de infracción y actuaciones remitidas al tribunal de faltas local.

En tanto, en simultáneo, otra megafiesta se desarrollaba en la cabecera departamental.

En el sótano de una casona ubicada a metros del Tajamar de Alta Gracia, unas 90 personas violaban las disposiciones sanitarias en un evento desbaratado este domingo a las 5 por personal policial.

La fiesta se desarrollaba en momentos en que la ciudad registra un preocupante aumento de contagios, y con una particularidad adicional: la presencia de quien fuera uno de los primeros recuperados de coronavirus y donantes de plasma de la localidad, que incluso grabó videos con autoridades provinciales aconsejando acerca de la importancia de colaborar.

La presencia policial desarticuló el encuentro, sin detenidos, mientras desde la Fiscalía local evaluaban este domingo qué medidas tomar. 

Y finalmente, otro evento de magnitud fue desbaratado este mediodía de domingo en una vivienda de Villa Oviedo, Alta Gracia.

Allí se desarrollaba un cumpleaños de 15, una reunión familiar expresamente prohibida por el COE Central hasta el 30 de agosto inclusive.

La actuación policial fue similar a la de los otros eventos, y la actividad tuvo el agravante de que el organizador de la reunión fue un empleado de Defensa Civil municipal.

En declaraciones al portal Mi Valle, el intendente de Alta Gracia, Marcos Torres, reiteró que "tenemos que tener responsabilidad social y respeto al prójimo, porque estamos en un momento muy complicado".

Será que no se ha tomado debida dimensión de lo grave que la pandemia de Covid-19 es para todo el mundo, o se seguirá creyendo que este sólo es el causante de problemas económicos.

Hoy, es solamente con conciencia social, responsabilidad y ausencia de egoísmo, como se evitará que el coronavirus un día, sin golpear a la puerta, entre al hogar de aquellas personas desaprensivas y tantos otros perjudicados, y se lleve la vida de seres queridos.

Fuente: La Nueva Mañana