Fuentes que investigan el asesinato del peón rural tucumano Luis Espinoza informaron que los resultados de los peritajes realizados en el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) determinaron que la bala que impactó en uno de los omóplatos de la víctima salió de un arma reglamentaria Jericho calibre 9 milímetros.

El arma pertenece al oficial José Morales y fue secuestrada en el marco de la causa. El oficial se encuentra detenido junto a otros siete policías de la seccional de Monteagudo y dos civiles, un vigilador comunal y el hermano de uno de los efectivos.

“Son todos cómplices de la muerte de Luis, necesitamos que se haga justicia, que sea perpetua para todos y que con el paso del tiempo no salgan de a uno de la cárcel” señaló Patricia Cuevas, cuñada de Espinoza, quien añadió: “Pasan los días y la familia está destruida, es muy doloroso para sus hijos, su esposa y su madre que lo espera”.

De acuerdo a lo que consta en el expediente y a lo que declaró el hermano de la víctima, el 15 de este mes el trabajador rural fue golpeado por la policía y luego llevado a rastras hasta un monte, tras un operativo realizado durante un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, de la ciudad de Simoca.

Desde ese momento nada más se supo de él durante una semana, hasta que el 22 de mayo su cuerpo baleado en la espalda fue hallado en la provincia de Catamarca, a 200 metros del límite con Tucumán.

La fiscal sostiene que el hombre fue asesinado en Melcho, que luego su cuerpo fue trasladado hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, descartado en Catamarca, donde fue arrojado por un barranco envuelto en plástico.

Además de Morales, por el crimen se encuentran detenidos también el subcomisario Rubén Montenegro, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.

Fuente: Télam