Durante los últimos incendios ocurridos en agosto en la provincia, cobró relevancia la figura de Diego Concha, director de Defensa Civil de Córdoba.

Hace casi 35 años que trabaja en la contención de catástrofes desde sus inicios como bombero voluntario. Funcionario de referencia en la comunicación de incendios y de familia dedicada al oficio bomberil, dijo a Canal 10 que le apasiona la actividad. "Aprendí a caminar en el cuartel de bomberos de Carlos Paz. Cuando un chico acompañaba a su papá, yo estaba entre los matafuegos y las autobombas. Amo esto desde que tengo uso de razón", indicó.

En diálogo con Crónica mediodía, Concha (49) precisó que la tarea que hacen los bomberos es "maravillosa. Córdoba tiene casi 5 mil mujeres y hombres bomberos voluntarios. Tienen una capacitación y un profesionalismo que a mí me enorgullece muchísimo".

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"No ser remunerado económicamente o no tener un sueldo no significa no ser profesional. Nuestros bomberos se capacitan mucho en la semana para a la hora que ocurre algo dar respuesta. Los bomberos cobran una pensión graciable, con 55 años de edad y 25 de servicio. Hoy un bombero retirado cobra alrededor de 18 mil pesos más su jubilación con otro trabajo", dijo.

El funcionario valoró la tarea de sus colegas: "Hay muchas profesiones de riesgo. La gente relaciona al bombero con el fuego. Pero el bombero atiende muchísimas emergencias. Hacemos rescate vehicular, vamos a accidentes muy grandes, búsqueda y rescate de gente en la montaña, ríos, lagos. La actividad del bombero desde los '90 en adelante la capacitación cambió muchísimo y la sociedad le exige más al servidor público, porque la demanda de emergencia es cada vez más".

Vivir en la tragedia

El director de Defensa Civil dijo que las emergencias son dinámicas y se viven "minuto a minuto. Hay que tomar decisiones permanentemente y uno está con la adrenalina a mil, con mucho nerviosismo. Estos últimos incendios hubo compañeros que la pasaron realmente mal, quedaron atrapados por el fuego. Y gracias a la capacitación y al profesionalismo pudieron salir airosos".

"Si se queman 42 mil hectáreas, como en el último incendio en Ischilín, Punilla y parte de Colón, nosotros vemos lo que está pasando y tenemos que hacer que la gente evacúe, hubo casas quemadas y podría haber habido mucho más. Pedirle a la gente que evacúe es difícil, pero hay que tener la fortaleza para tomar esa decisión porque lo más preciado que tenemos es la vida", subrayó.

Más tarde, se refirió al desastre ambiental que deja el fuego. "A nosotros nos duele mucho lo que está pasando. Córdoba es muy turística, la gente viene de otras provincias y de otros lugares del mundo a visitarnos en el verano por las bellezas naturales, nuestros ríos, nuestros lagos, nuestras sierras. Que vayamos perdiendo hectáreas de monte nativo y vegetación hermosa, el sotobosque y la pastura rebrotan con las primeras lluvias, pero los árboles no sé si los van a poder ver ni siquiera mis nietos", reflexionó.

"Cuando hay un incendio se pone en riesgo a la comunidad y a muchísimas instituciones, primero a los bomberos que arriesgamos la vida para apagar ese incendio. Después la mortandad de animales, en este incendio murieron animales vacunos, equinos, flora, animales silvestres, murieron muchísimos. En un gran porcentaje de los incendios está la mano del hombre. Los incendios no empiezan solos, accidentalmente se dan en un 2 por ciento", remarcó.

Diego Concha explicó que las tareas que más lo marcan tienen que ver con el trabajo con niños. "En 34 años y medio de bombero se ven escenas muy complicadas. Nosotros los bomberos entramos a un lugar de donde la gente escapa. Y las escenas que se suelen ver, sobre todo en accidentes muy trágicos, con familias que pasan el día en los ríos. Es muy difícil trabajar con niños, he visto cantidad de accidentes, pero hasta el día de hoy uno vuelve a casa y esas imágenes, de tener que sacar criaturas sin vida, son muy difíciles", reflexionó.

Una vida de servicio: Diego Concha, director de Defensa Civil (2)