Mientras el mundo se aísla voluntaria u obligatoriamente ante la pandemia de coronavirus, la gente se encierra en sus casas y deja de transitar en las calles.

La falta de ruido, movimiento y contaminación convierte al paisaje urbano en el nuevo patio de los animales, que usualmente permanecen alejados de las ciudades. Tal es el caso de la localidad de Llandudno, al norte de Gales.

Allí, un grupo de cabras salvajes invadió la calle y se las pudo observar alimentándose de las ligustrinas que bordean los jardines de las viviendas. Las imágenes fueron captadas el 10 de abril, pasadas dos semanas del inicio de la cuarentena obligatoria en el Reino Unido.

Normalmente las cabras se limitan a permanecer fuera del poblado, ya que bajan desde desde las praderas y bosques del Great Orme cuando hay mal tiempo y sopla mucho viento. Ahora que la ciudad está vacía, los animales aprovechan para pasar más tiempo en Llandudno y comerse los setos de sus jardines.