Luego de la intervención quirúrgica de reconstrucción de mandíbula a la que fue sometido el miércoles último, la familia de Carlos Galíndez, el hombre que denunció a 4 policías de Río Cuarto tras sufrir una brutal golpiza, asegura que los médicos les dijeron que quedará con secuelas permanentes.

Diego Chiechi, abogado de la víctima afirmó que por esta situación, "se modifica la figura penal a lesiones gravísimas, agravadas por el carácter de "autoridad pública" de quienes las provocaron.

En diálogo con el programa "Es por acá" por radio Universidad, el letrado señaló que también "podrían haber otros delitos, como privación de la libertad, si se comprueban otras cosas" que se averiguan.

En ese sentido, agregó que la fiscalía de Río Cuarto que investiga el penoso hecho, a cargo de Fernando Moine, "continúa recabando pruebas", aunque todavía no imputó a los efectivo policiales separados preventivamente de sus cargos por el Tribunal de Conducta policial.

Chiechi dijo que "confiamos en que la fiscalía ha tomado todas las medidas y ha resguardado la prueba" al remarcar que "estos casos son bastantes complejos porque toda la instrucción está en manos de la policía".

Y luego agregó: "por eso considero bien que esas personas sean removidas momentáneamente de sus cargos para que pierdan el poder que tienen sobre la investigación".

Luego, el abogado de Galíndez, al referirse a si su representado recibió golpes con algún elemento contundente, sostuvo que "hasta este momento entiendo que todo ha sido golpes de puño y las patadas en el piso con los borceguíes de la policía que tienen ese taco de punta que es muy contundente en el golpe".

Finalmente, señaló que su defendido tiene miedo y lo graficó al relatar una situación en la que un investigador de la policía se acercó a la cama donde está Galíndez, tras lo que el denunciante de la brutal golpiza sufrió "un ataque de nervios" y el policía debió retirarse.

Cabe recordar, que tras hacerse pública la denuncia, el ministro de Seguridad de la provincia, Alejandro Mosquera, expresó en Twitter que "en caso de acreditarse apremios ilegales reclamamos para sus autores las más severas y ejemplares condenas ante la cobarde y deleznable actitud".

Por el caso, fueron momentáneamente separados de sus cargos un cabo, dos sargentos y un oficial subinspector de la departamental Río Cuarto.