Desde el Barrio 31 de la Ciudad de Buenos Aires comenzó a tejerse una red de vínculos entre familias, estudiantes y tutores de todo el país.

Mediante videollamadas o mensajes de WhatsApp, cerca de 60 voluntarios ayudan a más de 50 niños, niñas y adolescentes del barrio popular. 

"Tratamos de entablar un vínculo humano con ellos y su familias. De poder estar en diálogo, que a veces se enfoca en lo educativo, en estudiar o hacer un deber, pero a veces es algún juego, leer algún cuento o compartir experiencias", expresó Emilio "Buho" Cornaglia.

"Wendy (5 años) era una niña muy cerrada. Cuando la llamaban por teléfono, era muy tímida. No quería hablar. Hace tres o cuatro encuentros que tenemos y se desenvuelve, habla, cuenta lo que quiere hacer", cuenta Lucy, madre de Wendy y vecina del Barrio 31 de Buenos Aires.

Wendy empezó a recibir ayuda escolar. También asistía a la escuela de skate del barrio (Foto: Buho Cornaglia)
Wendy empezó a recibir ayuda escolar. También asistía a la escuela de skate del barrio (Foto: Buho Cornaglia)

Lucy también tiene otra hija de 18 años que está estudiando en el CBC para ingresar a la carrera de Medicina en la Universidad de Buenos Aires. Ella también recibe ayuda de algunos voluntarios para estudiar.

El inicio de Apoyo Escolar Barrio 31

Apoyo Escolar Barrio 31 es una iniciativa impulsada por Emilio "Buho" Cornaglia y Catherina Dhooge. Antes de la pandemia, ellos trabajaban en diferentes proyectos en el barrio.

La idea surgió en 31 Escuela de Skate que actualmente está cerrada por la cuarentena. Buho, integrante de la escuela, vio la preocupación de los padres por el tema educativo durante el aislamiento y decidió emprender una red de tutorías escolares.

"Empezó a funcionar bien, a expandirse y sumamos gente voluntaria. El proyecto tiene casi 60 voluntarias de distintas partes del país, inclusive hay una chica que está en Austin, Texas", contó Cornaglia.

Voluntarios de todo el país brindan apoyo escolar a estudiantes del Barrio 31

La ayuda escolar se adapta a las necesidades del estudiante y a los conocimientos del voluntario. Algunas materias que se brindan tutorías son matemática, biología, geografía, tecnología, inglés, francés o portugués.

Los voluntarios que se inscriben deben aclarar cuáles son sus estudios. En base a esto, Apoyo Escolar Barrio 31 "calza el perfil" del voluntario con algún estudiante que necesite apoyo en determinada materia. Tras intercambiarse los contactos, el tutor, el estudiante y la familia acuerdan los horarios y días de encuentro virtual.

"Nosotros no somos la escuela y no somos profesores. Somos voluntarias y voluntarios que estamos para ayudar, acompañar y compartir con ellos", aclaró. En muchos casos, los tutores se contactan con los docentes y las escuelas para coordinar los contenidos y complementar las enseñanzas.

Desde Córdoba

Una de las tantas voluntarias del proyecto es Florencia Cesaretti. Ella es abogada, vive en Córdoba y comparte encuentros con Marcos y Belén.

Voluntarios de todo el país brindan apoyo escolar a estudiantes del Barrio 31

"Marcos tiene 6 años y empezó primer año. Vive con su papá y mamá. Tiene una huerta arriba de su casa y siempre tiene alguna historia para contar", cuenta Florencia.

Por otro lado, Belén vive con su madre y dos hermanos. Florencia expresó: "Nos conectamos con el celular de la madre y hacemos las tres juntas la tarea. Cada encuentro no se acota a hacer la tarea y surgen un montón de otras cosas".

"Tanto para ellos como para mí, ese momento de la videollamada es un momento alegre y de encuentro", remarcó.

Un barrio vulnerable

Los niños, niñas y adolescentes del Barrio 31 tienen numerosos problemas debido al contexto de vulnerabilidad en que se encuentran.

"La desigualdad educativa se acrecienta a medida que las desigualdades socioeconómicas aumentan también", enfatizó Cornaglia.

Los principales obstáculos que enfrentan en el barrio son: el hacinamiento (muchos niños estudian y viven en el mismo ambiente que su familia), el trabajo (la informalidad laboral y el aislamiento social) y la conectividad y falta de herramientas digitales.

"Muchas veces tenemos encuentros con un niño que usa el celular de la mamá y es el único celular que tiene la familia. La brecha tecnológica es fuerte y eso complica la tarea", afirmó.

Campaña solidaria

Apoyo Escolar Barrio 31 lanzó la colecta Codo a Codo con la 31 que necesita donaciones de:

- Ropa y zapatillas para niños, niñas y adolescentes.

- Dispositivos electrónicos: celulares, notebooks o tablets

- Dinero para comprar datos móviles.

La campaña se extenderá hasta el 30 de junio y los interesados podrán coordinar la donación en el siguiente formulario.