Será la vigésimo octava vez que las pizarras de las estaciones de servicio se renueven en los últimos cuatro años. El contexto tuvo un quiebre allá por septiembre de 2017, cuando la Secretaría de Energía de Juan José Aranguren liberó el precio de los combustibles líquidos.

Desde allí, las mismas petroleras comenzaron a manipular el precio de cada litro, merced a la cotización del dólar, el precio del barril de crudo Brent, más transporte, en un contexto devaluatorio.

El inicio del último mes de la gestión de Mauricio Macri tendrá, nuevamente, incrementos. Con certeza, y por autorización de la Secretaría de Gobierno de Energía, naftas y gasoil costarán un 2% más, por ajustes en la carga impositiva y los biocombustibles.

Pero también las mismas petroleras intentarán acercarse al “retraso” en los precios, que aducen se ubica en el diez por ciento. Las previsiones apuntan en la Federación de Expendedores a, al menos, incrementos de un 5 por ciento.

En ese camino, el litro de nafta Súper en estaciones YPF de Córdoba, que sostiene precios estándar, superaría largamente los 58 pesos. La Infinia, en la categoría Premium, costará algo más de $ 65.