La decisión del gobierno nacional de dar por concluido el programa “Fútbol Para Todos”, argumentando que no era un terreno de la política, derivó en la rescisión del contrato con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), con la venta de derechos televisivos.

Durante casi diez años, la decisión oficial permitió ver, en casa todo el país, de manera gratuita y por televisión por aire, todos los partidos de los torneos nacionales.

Sin embargo, ya desde 2018 hay que pagar para ver la Superliga, tras el acuerdo de AFA con las empresas Turner y Fox.

Valuado en $ 300 en sus inicios, las últimas boletas que llegan desde la prestadora del servicio de cable ya lo cobra un cincuenta por ciento más caro que al comienzo: $ 450.

La falta de aviso, sorprendió a más de uno.